El presidente del PP, Pablo Casado, destituyó el lunes a Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz parlamentaria en el Congreso. Sin embargo, en la reunión que mantuvieron ambos el mismo día, la intención de Casado no era cesarla, sino mantener una charla larga, según avanza El Español. El presidente de la formación quería reprocharle alguna de sus actitudes, pero transmitirle, sobre todo, que la sede nacional del PP y el grupo parlamentario debían actuar de forma coordinada, no como si fueran "Gobierno y oposición". La destitución, sin embargo, no estuvo encima de la mesa hasta el momento en el que Álvarez de Toledo se declaró "incompatible" con la forma de hacer política de Casado.

El detonante de su cese fue la concesión de una entrevista a El País donde defendió un gobierno de concentración PSOE-PP, calificó de error la fuga de Juan Carlos I y cargó contra la dirección del partido por destituir al jefe de los asesores parlamentarios, cosa que calificó de invasión de competencias. Álvarez de Toledo consideró un "error" que el rey emérito se fugara de España, y aseguró que eso perjudicaba a Felipe VI. Casado le reprochó que criticase a la monarquía "cuando está cayendo la que está cayendo" y se negó a ser vicepresidente en un gobierno con el PSOE: "No puedes seguir pidiendo que yo sea el vicepresidente de Sánchez". Según ella, el líder popular "considera que mi concepción de la libertad es incompatible con su autoridad y yo no lo comparto".

Una línea más moderada

La destitución de Álvarez de Toledo llega después de que varias voces moderadas del partido, como el secretario general, Teodoro García Egea, o los presidentes gallego y andaluz, Alberto Núñez Feijóo y Juanma Moreno, reclamasen a Casado que adopte una línea más moderada de oposición de cara en el próximo curso político y hayan mostrado su disconformidad con la línea dura de quien era hasta ahora portavoz. Concretamente de cara a la negociación de unos posibles nuevos presupuestos que se tendrán que negociar con el PSOE para intentar evitar una nueva subida de impuestos.

La diputada aseguró que "lamenta profundamente" la decisión de Casado, que tildó de desgraciada, y consideró que es perjudicial para el partido y para el grupo parlamentario. Además, afirmó que el presidente del PP "necesita gente a su lado con criterio propio", como ella misma.