Los comunes se han dedicado en las últimas horas a desmentir al excomisario de la Policía Nacional José Manuel Villarejo en el caso de los atentados del 17-A en Barcelona y Cambrils. La palabra más repetida por todos ellos es "personaje", como una definición peyorativa hacia un perfil que no había levantado el mismo rechazo anteriormente por sus declaraciones en otros ámbitos de corrupción y vínculos con el Estado español. Ahora, con un Villarejo que asegura que el CNI estaba detrás de las implicaciones con el jefe de la trama terrorista en la figura del imán de Ripoll, los comunes se han despertado para apresurarse a desmentirlo.

La última en hacerlo ha sido la presidenta de los comunes en el Parlament, Jéssica Albiach, en el programa Aquí Cuní de SER Catalunya. Como un mantra que se repite por parte del diputado David Cid, la alcaldesa de Barcelona Ada Colau y ahora Albiach piden respetar a las víctimas mortales y por eso justifican hacer callar Villarejo: "No es una cuestión de que yo le dé credibilidad o no. Los Mossos fueron los primeros que dijeron que no tenía ya en su momento. Este atentado generó víctimas y también víctimas mortales. Por lo tanto, tenemos que tener respeto y acompañar en el dolor a todas ellas". Pero la afirmación directa de Albiach que relaciona el posicionamiento de los Mossos con los atentados no es exáctamente así, sino que el conflicto ya viene de una desavenencia anterior de los Mossos en ciertos aspectos.

Si nos remitimos a las palabras de quien ha sido comisario jefe de los Mossos, Eduard Sallent, se limitó a decir que "no tenían conocimiento previo del atentado" y no contemplaban que "el CNI tuviera información previa", y lo descartaba porque "no tenía pruebas suficientes".

Sobre Villarejo, sus audios filtrados en otras operaciones siempre han generado hostilidad por parte de este cuerpo. A modo de ejemplo, el juez Joaquín Aguirre, instructor de Barcelona, y los Mossos acabaron enfrentados por la trama Macedonia, una investigación compleja de la corrupción policial vinculada al narcotráfico. Pasó hace diez daños, pero el conflicto se reabrió el pasado mes de diciembre. El detonante fue el comisario jubilado José Manuel Villarejo. Un audio de una comida del comisario Villarejo con dos compañeros es la punta de lanza del reinicio de hostilidades de los Mossos hacia el juez. En la grabación del 2009, se habla de convencer al juez Baltasar Garzón para que interviniera el teléfono a Trapero y así poder escuchar las conversaciones que mantenía con Manuel GC, un histórico confidente policial y principal acusado por narcotráfico de la pieza más importante del caso.

Albiach felicita Colau por el apoyo a las víctimas

Albiach se apoya en los Mossos y aprovecha para hacer campaña de su compañera en los comunes, Ada Colau: "La ciudad de Barcelona fue la primera que dio apoyo psicológico y jurídico a las víctimas. Y ahora nos encontramos con este personaje que se lo conoce por su trayectoria mafiosa, casi de gángster, y que está como acusado y por lo tanto fuera de toda responsabilidad de decir la verdad. La mejor manera de parar los pies a los personajes de este tipo es la transparencia".

Así pues, a pesar de querer silenciarlo escuchando sus declaraciones, hay que recordar que su partido ha pedido una comisión de investigación en el Congreso sobre el caso.

La mesa de diálogo

Por otra parte, Albiach saca pecho del trabajo hecho por Unidas Podemos. Sobre la reforma del delito de sedición: "El año pasado tampoco se incluían los indultos y seis meses más tarde llegaron. Una cosa es el plan normativo del gobierno y otro la agenda del diálogo y todas las cuestiones que forman parte de la desjudicialización del conflicto Catalunya-Espanya están ligados a la mesa de diálogo".

Por eso, se felicita por volver a tender puentes: "Necesitamos empezar a hablar de contenidos, ya lo dijo el president Aragonès. En el 2021 se constituyó la mesa y en el 2022 es cuando tiene que empezar a dar frutos. De hecho, también es la voluntad como mínimo de una parte del Govern de Catalunya". Y vuelve a señalar a Junts: "Necesitamos que la otra parte no quiera boicotear esta mesa y, por lo tanto, que Junts participe y no provoque una foto deslucida".

El conflicto de la carne

La actualidad también viene marcada, desde Madrid, por las palabras del ministro de Consumo, Alberto Garzón, sobre las macrogranjas. Albiach traslada el debate en el ámbito catalán y se desmarca de valorar la campaña del Partido Popular e, incluso, del PSOE basadas en desmentir las palabras de Garzón. La presidenta de los comunes se fija en otro perfil: la consellera de Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural, Teresa Jordà. "No estuvo demasiado acertada, y te lo digo yo que no soy vegetariana, pero me consta que hay algunos que lo son y podrían responder. Claro que necesitamos una alimentación que sea equilibrada, los animales estén en buenas condiciones y el futuro de nuestra ganadería esté aquí y se pueda acceder a una carne de calidad".

Albiach responde a Jordà por sus palabras sobre la alimentación carnívora y la valoración que hizo de las declaraciones de Garzón, ayer miércoles: "Lo que dice es extremadamente atrevido. Nuestro país hace tiempo que trabaja mucho en todos estos aspectos. Tenemos que comer de manera equilibrada y tenemos una dieta muy equilibrada que es la mediterránea. Y no hablaré en un sentido u otro como ha hecho el ministro o la alcaldesa Colau. Si yo me dedicara todo el día a comer acelgas, no sé si a las nueve de la mañana estaría preparada para esta entrevista".