El jefe de la oficina de Carles Puigdemont, Josep Lluís Alay, ha revelado que la embajada española fue el organismo que intentó vetar la presencia del president en el exilio en la Central European University de Viena, donde el pasado jueves dio una conferencia. Así lo ha asegurado en un tuit: "Como cada visita del Presidente Puigdemont, el Gobierno por medio de su embajada ha hecho la presión más chapucera para impedir sus conferencias y reuniones en Viena. Tampoco han conseguido pararnos esta vez"

El president ya había mencionado anteriormente que había sido víctima de "presiones españolas", pero sin determinar de quién se trataba. A pesar del mensaje recibido por parte de la embajada española, la universidad de Viena decidió tirar adelante el acto con la presencia de Puigdemont, que pudo dar la conferencia con total normalidad. Después de su visita a Viena, el president señaló que el viaje había sido "provechoso" y que había tenido una "muy buena acogida".

En esta estancia, Puigdemont fue increpado por un españolista en el aeropuerto de la capital de Austria, cuando se disponía a coger el avión para volver hacia Bruselas. En palabras del mismo president, la persona le golpeó el hombro mientras exclamaba "¡a la cárcel"!. Puigdemont ha asegurado que no es la primera vez que recibe amenazas y su jefe de oficina ha apuntado que reclamaron a la Generalitat de Catalunya "el servicio de protección policial que le corresponde por ley al president Carles Puigdemont", pero que el director general de la Policía de la conselleria de Interior, a quien se dirigieron por escrito, no los ha contestado "nunca".

Modificación de la historia

Alay también ha sido crítico con la embajada española después de un intento de modificar la historia de la Iglesia de La Mercè de Viena. En un tuit, el organismo del Estado español ha explicado que el día 24 de septiembre se celebra el 300 aniversario de la colocación de la primera piedra del "Hospital Mercedario de los españoles de Viena, una fecha que, además, coincide con la celebración de las fiestas de La Mercé en Barcelona en honor a la patrona de la ciudad". El jefe de la oficina de Puigdemont ha señalado que desde el organismo "no respetan nada", ya que no fueron españoles, sino catalanes los que se exiliaron en Viena después de la Guerra de Sucesión. "No saben ni escribir bien 'La Mercè'. La embajada española en Austria enloquecida de odio por la visita del President Puigdemont a La Iglesia de la Mercè de Viena. Diplomáticos españoles de pan mojado con aceite que pagamos con nuestros impuestos", ha añadido.