La resolución del Tribunal de Schleswig-Holstein advierte dos veces a la Justicia española que no juzgue por delito de rebelión ni de alteración de orden público, ni tampoco por corrupción [a Carles Puigdemont] después de que ha quedado desestimado por la Justicia alemana. La resolución apela al compromiso europeo de España y a los tratados mutuos, y hace explícita esta petición, lo que no ha pasado por alto a los observadores. Alemania deja tocada la instrucción del juez Pablo Llarena.

"El Tribunal confía plenamente en que el poder judicial español también cumplirá los requisitos de la legislación nacional y comunitaria", señala, después de hacer un gesto hacia la Justicia española diciendo que no hace persecuciones políticas.

Añade que el Tribunal de Schleswig da por hecho que se cumplirá "el principio de especialidad (el enjuiciamiento penal en España se limita ahora a la extradición declarada admisible). El Tribunal asume que los tribunales españoles respetarán este principio y no procesarán por cargos de corrupción y rebelión al perseguido Puigdemont después de su extradición", añade.