Ya hace ocho noches que centenares de estudiantes duermen en plaza Universitat. Están ahí para protestar contra la sentencia del juicio al procés y para exigir la libertad de todos los presos políticos. Pero no únicamente. Por encima de todo, quieren ser escuchados. También son la Generació del 14-O, la generación "sin futuro" y han dicho "basta".

"Todo empezó con la sentencia pero después vino una represión extrema e injusta", explica Neus. "Y nos manifestamos contra eso, contra la represión, por las personas presas y los heridos". Toni insiste en que muchos amigos suyos también se encuentran acampando en la plaza pero no son independentistas: "Lo hacen porque encuentran fuertísimo todo lo que está pasando".

La mayoría de los acampados tienen entre 17 y 30 años. "Algunos días he ido a casa, para ver a la familia, para ducharme pero normalmente estoy aquí porque es muy injusto". Los dos vinieron a plaza Universitat con amigos y coinciden en que se van turnando para ver a la familia, descansar y ducharse. La organización de la Acampada consiste en diferentes comisiones, donde se organizan para diferentes tareas. "También tenemos un punto lila para controlar que no haya agresiones machistas, LGTBI y racistas. No hay nadie que nos lleve, tenemos asambleas donde nos coordinamos y decidimos las cosas", detalla Neus.

tiendas de campaña efe

Acampada en plaza Universitat / EFE

Ambos se ponen también de acuerdo con el hecho de que no quieren a ningún partido político aquí. "Nos damos fuerzas entre nosotros pero no queremos que haya partidos que nos representen", detalla Neus. Sin embargo, los dos tienen claro que el domingo votarán e incluso a quién.

Después de saberse que la Junta Electoral ha denegado la petición de Ciudadanos de desalojar la plaza, están un poco más tranquilos. Ahora bien, a pesar de no estar preocupados en exceso tienen todavía grabada en la retina la violencia policial con la que los mossos desalojaron la plaza Catalunya durante el movimiento del 15-M. "El miedo siempre está pero en general estamos tranquilos", exponen. "Tenemos asumido que estar aquí ya es un riesgo".

"Hace días que mediamos con la policía y nos ha asegurado de que no se nos echará hasta, como mínimo, el fin de semana, pero tampoco sabemos cuándo nos marcharemos. Nos quedaremos hasta que en asamblea decidamos qué hacer", explica Neus.

"Si hicimos barricadas fue para evitar otro 1-O"

Sobre la 'batalla campal de Urquinaona' –disturbios que pasaron la noche del 18 de octubre– los dos coinciden con la dureza de las cargas. "No es violencia es autodefensa. La gente se defendió de los ataques de la policía. De hecho, gracias a las barricadas algunos pudieron volver a casa", destaca a Toni. "Las cargas son muy fuertes. Estoy a favor de las barricadas. El movimiento independentista no es violento, se está defendiendo", insiste Neus. "Si hicimos barricadas fue para evitar otro 1-O", añade Toni.

Preguntados por si ven alguna solución posible a la situación actual coinciden en resaltar que es complicado. "La primera solución es que cambie la manera de actuar de la policía, que Buch se marche y la libertad de los presos. A partir de aquí, construir un espacio de diálogo justo y que se escuche a todas las partes."

"Queremos que se nos escuche. Desde Madrid no se nos hace caso. Si estás en un Estado donde te pegan y pasan de ti, al final toca eso", remarca Toni.