La participación en las elecciones vascas ha caído un 7,23% respecto a las anteriores de 2016 y se ha quedado en el 52,8% de los votantes. Es la más baja de los anteriores 11 comicios, que osciló entre el 60% de los de 1980 (59,76 %), 1994 (59,69 %) y 2016 (60,02 %), los porcentajes más bajos, y el 78,97 % de 2001, el más alto. Dicho de otro modo: es la abstención más alta de la historia.

La afluencia a las urnas ha descendido en los tres territorios vascos. El descenso ha sido mayor en Álava, un 8,6% menos, según la información facilitada por la Consejería de Seguridad vasca.

En Bizkaia ha votado el 52% de los ciudadanos, 8,5 puntos menos respecto a 2016. En Álava ha votado el 51,2%, 8,6 puntos menos. En Gipuzkoa, el 54,5%, 7,8% puntos menos.

En la caída de la participación ha influido la pandemia de coronavirus, con medidas extraordinarias de higiene y seguridad en los locales electorales, además de la prohibición de voto a los ciudadanos que están en cuarentena y tienen restringida la movilidad.

En estas elecciones estaban llamados a las urnas 1.794.316 electores, 10.899 más que hace cuatro años, de los que 1.718.318 son residentes en Euskadi y 75.998 en el extranjero. Se han habilitado 2.678 mesas electorales distribuidas en 761 locales.