La asociación Abogados Europeos Demócratas han expresado su indignación ante el acoso que sufren los abogados de los exiliados Gonzalo Boye, Paul Bekaert, Michèle Hirsch y Christophe Marchand "por su eficiente defensa" del presidente Carles Puigdemont y los consellers Lluís Puig, Meritxell Serret y Antoni Comín.

Abogados Europeos exige que se ponga fin a estos ataques y se dirige a los Colegios de Abogados de los respectivos letrados a fin de que insten a las autoridades españolas a adoptar las medidas necesarias para que los abogados sean protegidos en el desarrollo de su actividad profesional.

El comunicado tiene lugar después de que el abogado Gonzalo Boye pidiera el amparo del Colegio de Abogados de Madrid ante las amenazas, injurias y calumnias que asegura que está recibiendo en el ejercicio de su tarea profesional. Curiosamente, el decano de los abogados madrileños realizó una nota en favor del magistrado Pablo Llarena el mismo día que Boye pidió el amparo.

La asociación denuncia que los cuatro abogados han sido víctimas de manifestaciones de odio y declaraciones difamatorias que atacan su reputación y su independencia a la hora de ejercer su profesión. También recuerda que han sido objeto de amenazas contra su integridad física.