Inmersos en pleno otoño, el fin de semana pasado vimos varios desfiles de moda de la nueva colección otoño e invierno del fascismo enquistado del Estado español. Cambian los tiempos, los colores y las formas, pero no cambian ni el estilo ni el espíritu ni la trama del punto de costura. Tampoco nada cambia en lo que algunos denominan justicia. Esta semana, nuevo capítulo de la corrupción político-judicial, en que ha aparecido un nuevo personaje en la serie de la trama de los Toga: el portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosidó. A este adicto a las redes sociales, que muy pronto podría ser imputado por el Caso Kitchen (la operación del Ministerio del Interior para sustraer documentos a Luis Bárcenas, ya que durante ese periodo Cosidó era el director general de la Policía), ahora, algún enemigo de entre los 146 ínclitos del grupo de Whatsapp de los senadores populares, lo ha delatado: "Controlaremos la sala segunda desde atrás". La sala de lo penal del Tribunal Supremo seguirá estando controlada por el hombre de confianza del Partido Popular, el ya renunciado juez Manuel Marchena.

La mafia política y judicial del Estado español, tal como explicaba la semana pasada en el artículo "La partida de 'botifarra' del poder judicial", sigue dominando el crimen judicial organizado como Al Capone en los años 20 y principios de los 30.

Fin de semana, sin embargo, de franquismo de otoño y color del imperio español. Impunidad, odio, violencia, discriminación, apología al fascismo y exhibición de simbología preconstitucional con la cara del pollo de Franco. Y música celestial a cargo de las corales de cachorros que, con tono rancio, entonaban el Cara al sol a la vez que se adornaban la cabeza con las boinas rojas de las milicias falangistas y alzaban el brazo, no precisamente para pedir un taxi.

El fascismo presente en calles y plazas del Estado

Todo empezaba el viernes pasado en Madrid. La Falange homenajeaba a José Antonio Primo de Rivera con una marcha nocturna que acababa en el Valle de los Caídos. En la fiesta no faltaron los saludos nazis y los cantos adorando el sol. Y el sábado continuaba la fiesta con varias ferias ornitológicas (fascistas) más. La extrema derecha y los neonazis se manifestaban al grito de "Arriba España" por el centro de Valencia. Evidentemente, tampoco faltaron las banderas caducadas, la simbología nazi y el epílogo de un grupo de jóvenes neonazis que entonó el himno de la Falange en el metro.

Y en la ciudad de Tarragona, provocación, tensión y enfrentamientos en la jornada de formación organizada por el partido fascista español Vox. Sin olvidar los dos guardias civiles (con vehículo oficial incluido) identificados por los Mossos d'Esquadra en Figueres cuando salían de una reunión de un grupo de ultraderecha. Ya lo ven, parece que no es casualidad que la cuenta oficial de Twitter de la Guardia Civil le diera uno me gusta a una noticia de Vox publicada por el diario Público.

Y para rematarlo con la matraca, el domingo Madrid se volvía a vestir de largo y la Manada de fascistas paranoicos volvía a homenajear a otro dictador y genocida: el Caudillo.

La viva imagen de la impunidad de la extrema derecha española cuando atentaba con brutales agresiones contra las tres activistas del colectivo feminista Femen, en el intento de estas de irrumpir en el acto de apología fascista.

Y, mientras la jauría fascista paseaba por calles y plazas del Estado, en el País Vasco y en Catalunya se pedía justicia, se ponían urnas y se recordaba que ya hace 80 años del fin de la batalla del Ebro.

El País Vasco y Catalunya, los únicos capaces de plantar cara al régimen del 78

El sábado, Pamplona se llenaba con miles de personas para recordar y condenar el segundo aniversario del encarcelamiento de los jóvenes de Altsasu. Otro caso de secuestro por el aparato del crimen organizado de la justicia española. Y el domingo, las urnas (sin piolines ni porras) llegaban a las poblaciones de San Sebastián, Irún, Zalla, Balmaseda y Alonsotegi, gracias a la acción organizada por Gure Esku Dago, la plataforma cívica vasca que permitió que miles de personas votaran por el derecho a decidir y la autodeterminación del pueblo vasco.

Y lo pude comprobar con mis propios ojos. El pueblo vasco y el catalán deben ir cogidos de la mano para poder ganar a este Estado podrido y embetunado por la ignominia de los colonizadores del pasado.

No pude asistir a los actos de conmemoración del fin de la batalla del Ebro; por ejemplo, al que se celebró en la población de La Fatarella (Terra Alta). ¡Las entidades de memoria no fallan nunca! El próximo fin de semana tendremos otra oportunidad. El 25 de noviembre se celebra en la población de Flix (Ribera d'Ebre) la recreación histórica del fin de la batalla del Ebro (los que no hayáis podido asistir nunca, id). Más de 200 personas recrean los hechos y se cruza el Ebro para recordar la retirada del ejército republicano.

20-N y ya hace 43 años de la muerte del dictador en la cama

Y para acabar este repaso de la actualización del franquismo, ayer por todo el Estado se celebraron una decena de missas en honor del dictador, más de la mitad en la Andalucía de Susana Díaz. El resto, en Madrid, Valladolid y Ferrol, todas autorizadas por la Santa Sede, los verdaderos tapados y cómplices del fascismo de Estado.

La semana pasada, un tribunal internacional de Camboya dictaba la primera sentencia contra los líderes de los jemeres rojos (uno de los líderes tiene 92 años y el otro 87) por el genocidio de más de 1,5 millones de personas. Mientras tanto, el Estado español mantiene la Cruz de San Fernando (la máxima distinción militar española) al cuarteto franquista formado por Mola, Sanjurjo, Queipo de Llano y el mismo Franco. En el Estado español nunca se ha juzgado a los responsables de los crímenes del franquismo, ni nunca se han anulado los millares de causas sumarísimas, que continúan vigentes gracias a la preconstitucional ley de amnistía y a la falta de voluntad de la justicia española.

Y en la irreductible Galia catalana lo seguíamos denunciando. Ayer por la noche, gran acto de Òmnium Cultural para condenar la impunidad de los crímenes del franquismo y a sus responsables. Pero también recuerdo y homenaje a las víctimas de la represión franquista, con las emotivas palabras de Jordi Cuixart desde la prisión: "Censura, impunidad de la extrema derecha y un juicio a la democracia que persigue la disidencia".

Y todo esto, ¿por qué ocurre? Pues porque el ADN del fascismo nacional todavía corre por el torrente sanguíneo político, institucional, económico y judicial de este Estado enfermo y anómalo. Para cambiarlo hay que impulsar nuevos proyectos inclusivos de toda la ciudadanía y de las diferentes administraciones del país, que nos lleven a superar definitivamente la rémora del pasado y que nos aporten soluciones tangibles. Menos homenajes y más coger el pico y la pala.

Mientras tanto, 43 años después de la muerte del dictador, justamente el mismo día que empezaba el juicio de Nuremberg contra los 24 principales líderes del Tercer Reich, todavía son miles y miles los que siguen llorando la ausencia de sus seres amados, con la esperanza de que algún día vuelvan a casa. Sin olvidar que otros intentan expandir la Fundación Francisco Franco, legal, por todo el país. ¡Verdaderamente, el mundo al revés!