Tal día como hoy del año 1935, hace 87 años, el Consejo de Ministros del gobierno de la II República española, nombraba al general Franco máxima autoridad militar del ejército. En aquel momento la II República estaba gobernada por un tripartito de derechas, formado por la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) liderada por Gil-Robles; el PRR (Partido Republicano Radical) liderado por Alejandro Lerroux; y el Partido Agrario, liderado por Martínez de Velasco. Este tripartito había ganado las elecciones generales de noviembre de 1934, con un programa político que, entre otras cosas, pretendía la erosión y liquidación del autogobierno catalán. La propuesta de nombramiento de Franco, fue presentada por Gil-Robles, en aquel momento ministro de Guerra.

Cuando se produjo aquel nombramiento, el gobierno central de la República estaba plenamente inmerso en una deriva involucionista. El autogobierno catalán ya había sido intervenido. Después de los Fets d'Octubre (6-7 de octubre de 1934); el president y los consellers de la Generalitat habían sido detenidos y encarcelados; el Parlament había sido clausurado; y todos los alcaldes y concejales de las formaciones políticas que habían dado apoyo a la proclama del president Companys habían sido destituidos y sustituidos por personajes nombrados en dedo por los gobernadores civiles. También, en aquellos momentos, la Generalitat estaba dirigida por Joan Pich i Pon (PRR); nombrado a dedo por el Ejecutivo de Madrid; mientras se preparaba el juicio contra el gobierno legítimo de Catalunya.

Todo apunta que el objetivo de aquel tripartito era retroceder a un estadio político anterior a las elecciones municipales de 1931, que habían provocado la caída de la monarquía. Sin embargo, pocos meses después estallaría el escándalo de corrupción del Estraperlo (septiembre, 1935) que implicaba a varios dirigentes del PRR. La CEDA, en una operación de estrategia calculada, abandonó la coalición; convencidos que el presidente Alcalá-Zamora, convocaría elecciones anticipadas que podían ganar ampliamente. Sin embargo, cuando eso pasó (febrero, 1936); el triunfo fue para las izquierdas (en Catalunya para el Front d'Esquerres, que encabezaban los presos políticos); y el núcleo duro del involucionismo inició los preparativos del golpe de Estado que conduciría a la Guerra Civil.