Un bloqueo naval iraní para el 7 de agosto sobre el estrecho de Ormuz, por donde pasa diariamente el 30% del petróleo del mundo, está en la agenda del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC). La tensión es máxima. El secretario de Estado de Defensa norteamericano, Jim Mattis, indicó que "este ataque tendría una respuesta internacional para reabrir las rutas marítimas con lo que sea necesario, debido a que la economía mundial depende de esa energía, cuyos suministros surgen de allí".

El bloqueo responde a la amenaza del presidente Rohaní de que "la guerra con Irán es la madre de todas las guerras”. Donald Trump, que rechazó el acuerdo internacional del 2015 sobre la capacidad de fabricar armas nucleares por parte de Teherán, indicó recientemente que está dispuesto a mantener conversaciones con Rouhani "sin condiciones previas". El martes, el jefe del IRGC, el general de división Mohammad Ali Jafari, declaró: "Los iraníes nunca permiten que sus autoridades negocien con el Gran Satán". El miércoles, el consejero de Rohaní, Hasamodin Ashna, tuiteó: "Sin condiciones previas significa no aplicación de sanciones ilegales. Las sanciones y el diálogo son contradictorios".

Concretamente, Irán está preparándose para la reimposición de sanciones económicas el 7 de agosto. La Administración Trump afirmó que el acuerdo nuclear firmado con Obama, y que levantó sanciones económicas, es falso y defectuoso porque no limitó el desarrollo de misiles balísticos ni frenó el expansionismo desestabilizador en la zona, donde Irán busca el predominio general y la salida al Mediterráneo.

Recientemente, rebeldes hutís, con respaldo iraní en Yemen, dispararon contra petroleros de Arabia Saudita que navegaban en aguas estratégicas. Los informes indican que Irán usaría ahora un "enjambre" de lanchas rápidas cañoneras para bloquear y hostigar a los buques tanque que utilizan el estrecho de Ormuz.

A la vista de los acontecimientos, Israel se adhiere a una coalición internacional para frustrar cualquier nuevo intento de bloquear una vía fluvial clave en la región, según indicó el primer ministro, Benjamin Netanyahu. "Al comienzo de la semana fuimos testigos de un duro ataque de Irán, que trató de sabotear el transporte marítimo internacional en el estrecho en la desembocadura del mar Rojo. Si Irán trata de bloquear la vía fluvial de Bab al-Mandeb, que conecta el mar Rojo con el golfo de Adén y el océano Índico, junto con el estrecho de Ormuz, Jerusalén no se quedará con las manos cruzadas”. De ese modo, Israel, cuyas tensiones con Irán son crecientes, se ha sumado a "las docenas de naciones de la comunidad internacional que actúan con sus fuerzas navales para despejar el estrecho", según Mattis. Este punto implica un riesgo adicional elevado.

Los mercados se mantienen a la espera. El viernes, el precio del barril de Brent cotizó a 73,41 dólares, frente a los 50 dólares que anotaba a finales del 2016. La semana entrante será un momento de prueba sobre la evolución del barril e, incluso, de la paz internacional. Estamos en un verano muy ardiente.