¡Ay nena que llega tormenta! ¿Sabe aquello que explicábamos anteayer aquí mismo? Vaya, así como para resumir... que el juez Pablo Llarena afirma tener un informe de la Guardia Civil donde queda demostrada la malversación de los indepes, capitaneados por el exrebelde y ahora sedicioso Carles Puigdemont. Y Cristóbal Montoro dice que este informe no es cierto, porque él sabe seguro que no se usó ni un céntimo de euro de dinero público para pagar el 1 de octubre. Lo dice él y lo dijo Mariano Rajoy en sede parlamentaria.

Pues bien, es evidente que uno de los dos miente. No hay ninguna otra posibilidad. O Montoro ha falsificado las cuentas de la Generalitat y después ha mentido o la Guardia Civil ha falsificado su informe y el juez ha enviado a 9 personas a prisión por un delito inventado, sabiendo que lo era y eso es prevaricación. Aparte de ser muy feo.

Pues bien, el juez, viendo que los alemanes le han desmontado el gran delito, el de la rebelión, que ahora intenta cambiar por otro delito como si esto fuera una tómbola, y viendo que Montoro va por el mundo desmontándole el de la malversación, ha dicho: ¡Ministro, las pruebas! Y teniendo en cuenta cómo las gasta el personaje, a ver si acaba acusándolo de vaya-usted-a-saber-qué y nos lo mete en Estremera. Con aquella alegría. Y Montoro acabe como si fuera un preso político

¡¡¡Es BUENÍSIMO!!! Ha empezado el duelo en OK Corral entre el Gobierno y su propia justicia, ese monstruo de Frankenstein que creó, que ha estado alimentando sin que le faltara de nada, y que ahora, este sí, le ha montado una rebelión. "Antes se romperá el unionismo por la parte de su propio poder que Catalunya", podría haber dicho Aznar. Pero no, no consta que lo dijera.

Un servidor, que nunca come palomitas en el cine y que no entiende cómo hay gente que después de cenar puede comerse una caja gigante, no para de consumir cuencos y más cuencos de este producto que es como algunos autos que hemos leído últimamente: blancos por fuera y vacíos por dentro. Venga palomitas y más palomitas para poder seguir la guerra desde el sofá de casa y observar momentos como el de esta tarde cuando los muchachos de Montoro ya han contestado al señor juez. Y la respuesta ha sido un zasca con la mano abierta.

Total, que ya tenemos respuesta a la pregunta que nos hemos estado haciendo unos cuantos desde hace tiempo: ¿quién juzga al juez? Pues bien, al final lo juzga la justicia "regional" alemana y Montoro. Entre los dos están desmontando la ficción montada por Llarena y por este Estado paralelo que ha cruzado tantas líneas que ha quedado en evidencia ante los países de tradición democrática, pero también y de manera absolutamente inesperada, ante su propio Gobierno. ¡SEN-SA-CI-O-NAL!

Me pinchan y no me sacan sangre. ¡Vaaaa, que lluevan ríos de palomitas! ¡Que no falte de nada!