El sistema tiene varios instrumentos para destruir a los disidentes. En las dictaduras, directamente los asesina. En las democracias, a veces también, pero en general se opta por la cárcel. Y después hay regímenes más sofisticados y perversos que combinan chirona con la vía de la ruina económica. Porque, mire, de la prisión más pronto o más tarde sales, a no ser que te caiga cadena perpetua, y puedes llegar a rehacer tu vida. Pero si te quitan tu casa y tus ahorros y, además, te exigen pagar no-se-cuántos millones de euros esterlinos en multas, remontar la cosa no es nada sencillo.

Le pondré un hipotético ejemplo para que se haga una idea de cómo funciona el mecanismo. Imaginemos un Tribunal de Cuentas de un país absolutamente imaginario que le reclamara cuatro millones y medio euros (ojo, por poner una cifra al azar) a alguien que hubiera sido secretario general de un organismo que le lamaremos Consejo de la Diplomacia Pública de Catalunya (Diplocat). Va, y para esta persona nos inventaremos un nombre. ¿Qué le parece Albert Royo? Pues bien, ¿cómo cree usted que el señor Royo podría pagar esta cantidad de dinero? ¿Vendiéndose los riñones, los pulmones, el hígado y atracando 5.083 tiendas de móviles, 1.333 farmacias y 701 gasolineras? Va sí, y supongamos que con todo eso consiguiera cubrir la deuda. ¿Tema resuelto? A ver, la parte de la deuda con el Tribunal sí. El problema es que la situación personal del señor Royo sería complicada por el hecho de no disponer de riñones, de pulmones, ni de hígado, que son unos elementos ciertamente necesarios para hacer una vida más o menos normal. Sin muchos excesos, pero normalilla.

Ahora permítame que le hable de este hipotético Tribunal de Cuentas del país imaginario. ¿Qué presupuesto anual le ponemos? Va, digamos... ¿63.016.620€? Sí, creo que sesenta y tres millones es un precio ajustadito. Y de este total, ¿qué tal destinar 58 millones a personal? ¿Sí? ¡Perfecto! Y ahora pongámosle unos 700 trabajadores, que allí hay mucho trabajo. Dividimos y sale una media de sueldo anual de 82.857€ y mensual de 6.904€ por cabeza. No es nada del otro mundo, pero para comer tres veces al día, creo que les llegaría. Y ahora nos hace falta una presidenta. ¿Qué, sueldo anual de 122.168,06€, que son 10.181€ al mes? También es una cifra muy bonita, ¿no cree? ¡Pues adelante!

Y ahora vamos al funcionamiento interno. ¿Qué le parece si de los 700 trabajadores, ponemos 100 que sean familiares de cargos y altos cargos de la institución y de los representados sindicales? ¿Bien, no? ¡Y taaanto! La familia unida también es una cosa muy bonita. Y con respecto a la independencia del organismo, ¿qué hacemos? Hoooombre, toooooda. ¡O más! Fíjese si le damos independencia que el Tribunal Supremo (sí, sí, lo ha leído bien) el año 2013 denunció "la politización" de esta institución a través de una sentencia donde desestimaba dos nombramientos de cargos y reclamaba "que en su plantilla hubiera más funcionarios de carrera".

Y sobre la transparencia, haremos que sea ejemplar. Bien, a ver, quizás sí que el año 2019 el Supremo (nuevamente) los obligó a identificar a todo el personal eventual del Tribunal, que era una información que se negaban a dar, pero no nos perdemos en detalles que no interesan a la sociedad. De la misma manera que no interesa nada este famoso voto particular de una consejera donde se carga de arriba abajo el informe elaborado para arruinar a los dirigentes indepes. Por lo tanto, todo bien. Y muy fantástico. El tal Royo que pague los cuatro millones y medio como los del 9N pagaron cinco millones de euros, como para organizar el 1-O el juzgado 13 de BCN ha reclamado 5,8 millones en fianzas o como otros juzgados han ido reclamando fianzas que suman medio millón de euros más. Si la Caja de Solidaridad ya ha pagado hasta ahora unos 15 millones de euros (QUINCE MILLONES), por qué no podría pagar quince más. O 34. O 169. O mil. O la cifra que sea hasta hundir a todo el mundo en la miseria a ver si aprenden de una puta vez. Como los abuelos republicanos de estos de ahora aprendieron el día que los franquistas les robaron todo el patrimonio.