Vivimos en un mundo mediático que vive de estimular el clic, el consumo de contenidos por impulso, llamando la atención. La cuestión es atrapar y mantener el máximo de personas el máximo tiempo y para conseguirlo se usan todo tipo de trucos.

Como ya nos mostró hace muchos años el programa "Moros y cristianos", en TV funciona muy bien usar la pelea y la discusión para crear espectáculo y polémica. Eso ha generado una nueva profesión que es la de "polemista", un personaje que como su propio nombre indica, es un profesional de la polémica pero desde la provocación. Al polemista tanto le da discutir sobre economía colaborativa, sobre pasta de dientes o sobre si el hombre fue a la luna o no. Su función es la de fidelizar un tipo de espectador que piensa como él, pero a la vez atrapar al público del target opuesto. En este caso a través del rechazo.

Eso que algunos denominan El Procés ha generado una nueva especialización, la del polemista profesional antitodoloquehuelaaindepeosimilar. Un ejemplo de este tipo de personaje es Eduardo Inda. Los "suyos" se lo miran porque lo adoran y porque dice lo que ellos piensan. Y los que lo odian, se lo miran para insultarlo y para desahogarse con él. Y él, mientras, va ingresando.

Y ahora usted me hará la gran pregunta: ¿Inda se cree de verdad todo el que dice o es un papel, un personaje? Y la respuesta es otra pregunta: ¿Usted cree que alguien que vive de pelearse con todo el mundo se puede creer siempre todo lo que dice?

Pues bien, en el programa de Ana Rosa (Tele 5), esta función de polemista profesional la realiza el periodista Javier Negre. Antes la había llevado a cabo en casa Griso (Antena 3), pero hace tan bien su papel que fue fichado por la competencia más directa.

Negro se hizo muy famoso por ser el autor de aquel reportaje sobre los maestros del instituto del Palau de Sant Andreu de la Barca. Aquello fue tan polémico que le abrió muchas puertas en este submundo del consumo televisivo de trazo grueso. Y él se dio cuenta de ello y fue lo bastante hábil como para jugar fuerte y conseguir una silla de primera fila en el circo.

Pero, una vez más la pregunta es: ¿dónde está la línea roja a partir de la cual la provocación que te toca hacer para alimentar a un personaje que te proporciona unos buenos ingresos y una fama efímera, se convierte en una difamación que bordea el delito?

El usuario @Juanmi_News, siempre atento, tuiteaba este viernes una intervención de Javier Negre donde se notaba que buscaba la provocación por la provocación en un teatrillo montado para generar polémica...

Es posible que Negre se inspirara en tuits como uno del martes a cargo de un pequeño grupúsculo de estos que ahora le llaman indentitarios:

Pero el llamado Procés se ha convertido en el cerdo de los medios unionistas y lo aprovechan todo. No sólo en programas de entretenimiento matinal sino en programas de entretenimiento que pasan por ser informativos. En este caso era la usuaria @MonicaLimoni quien, precisamente respondiendo el tuit de @Juanmi_News, colgaba otro vídeo donde los indepes tenían la culpa de las inundaciones, no ya porque se lo gastaban todo en la lengua y no encambiar los pueblos de sitio, sino porque se negaban a tener cierta unidad militar que se ve que evita que llueva...

¿Conclusión de todo? Los indepes son golpistas, nazis, violentos, adoctrinadores, mala gente, peligrosos... y cuando llueve mucho, ahogan gente.

La duda es saber la cantidad de cosas malas que también son los indepes, que todavía no sabemos y que Negre y Antena 3 nos descubriran en breve.