A los que ya tenemos una edad (o dos), nos salieron los primeros pelos con una serie de TV de acción llamada Los hombres de Harrelson, SWAT en su versión original.

La cosa iba de que el tal Harrelson era el capitán de un equipo del Special Weapons And Tactics (armas y tácticas especiales) que en cada capítulo tenía que afrontar y resolver una situación provocada por unos malos muy malos.

La serie hizo muy famosa la frase "TJ, al tejado". Porque resulta que cuando tenían que solucionar la cosa, al final de cada capítulo, el tal TJ, tirador de precisión, siempre tomaba posiciones en un tejado.

Cuarenta y tres años después, gracias al ministro de Exteriores español, podemos recuperar en versión tuneada el nombre de la serie y la frase mítica con Los hombres de Borrellson y "Lozano, al tejado". (Por cierto, pequeño inciso: ahora que en España hay elecciones y se disolverá el Gobierno, a ver si sufriremos la terrible desdicha de perder al gran Borrell como ministro y que, de esta manera, nos desaparezca una fuente inagotable de temas para poder hacer artículos.)

"Célula de acción" es un nombre tan bonito que, usted ahora no me ve, pero la emoción provoca que de mis ojos broten lágrimas como langostinos de la Ràpita. Por el calibre y por el color. Y el trabajo de la célula es tan apustuflante... es tan florólico... es tan todo... Fíjese, se dedica a "detectar y anticipar riesgos y oportunidades para la reputación de España en el mundo y poder responder con inmediatez".

O sea, 215 diplomáticos españoles están 24 horas al día los 365 días del año con un radar funcionando sin cesar pendientes de que pase alguna cosa que estropee la imagen de España en el mundo. Y cuándo sucede... ¡PATAPAM!, allí están los hombres (y las mujeres) de Borrellson, que se presentan en el lugar y desactivan el terrible peligro.

¿Qué cosas?, seguramente se preguntará ahora usted. Bien, pues cosas terribles de catalanes. Cuando un catalán sedicioso o rebelde vaya a dar una conferencia, un acto, una cosa, en alguna parte del mundo, allí habrá un hombre (o una mujer) de Borrellson dispuesto a hacer cosas como aquella del cónsul en San Francisco. Fue el momento memorable en que Diego Muñiz Lovelace utilizó un no menos memorable uso del idioma inglés en el Instituto Martin Luther King de la Universidad de Standford para rebatir lo que acababa de decir el president Torra:

Bien, para hacer cosas de estas o para ir por el mundo diciendo que las imágenes del 1-O son falsas. O para hacer lo que ya me muero por poder ver, que es un "Lozano al tejado" explicándole al mundo la intensidad con la cual los fiscales y la abogada del Estado se prepararon sus intervenciones en el juicio más importante que tiene que afrontar España en su historia reciente. Y cuando digo "reciente" hablo, mínimo, de un siglo. Lo imagino y se me hace la boca agua...

Por cierto, Lozano... que en plena célula de acción se cayó del tejado al comparar el referéndum con una violación, después decir que ella no lo había dicho y acabar pidiendo disculpas por lo que ella decía que no había dicho. Con células así, ¡para qué queremos protozoos!