¿Sabe la canción aquella de "El sonido del silencio"? Sí, la que cantaban Simon y Garfunkel... ¿O aquel "Silenci" de Lluís Llach? Una canción preciosa con el momento aquel que dice "Que no me sabe mal estar con la boca cerrada" y que parece pensado para describir el actual momento de locuacidad del rey Felipe VI. ¿A usted su majestad le ha llamado para decirle alguna cosa sobre alguna cosa? Porque a mí no. Y mire que tiene cosas que decirnos. Pues él, callado.

Las lluvias ultras han provocado que la temporada de fachas sea histórica. Salen como setas. De todos los tamaños y variedades. Llenos de gusanos, cierto, pero a puñados. Tenemos el chat del listillo aquel que quiere fusilar 26 millones de hijos de puta, incluidos niños. Es el tal Paco Beca Casanova, general de división del Ejército del Aire en la reserva, que pasará a la historia por haber conseguido, él solito, pensar y excretar frases imposibles incluso para los adictos a la absenta en vena. Estamos hablando de “¡A por los rojos!”, “Confío en que salga otro mata rojos pero que esta vez no se quede corto”, “Hay que aniquilar 26 millones, niños incluidos” o “Tenemos que convencernos de una puta vez que nuestra sangre no admite la democracia. Nuestros odios son más fuertes que nuestra convivència”. Todo eso se ha dicho y el rey, callado.

Tenemos la carta enviada por el simpático grupo del Paco este y que va firmada por generales, tenientes generales, comandados generales y coroneles. Coroneles y nada más. Vaya que, pobres, ni son generales de nada. Sólo son coroneles. Es el famoso texto donde se habla del gobierno "social-comunista, con el apoyo de filoetarras e independentistas" que amenaza "con la descomposición de la Unidad Nacional". Una carta escrita con el lenguaje de VOX, pero que, comparada con este partido, los de Abascal quedan como una fiesta de final de curso en la clase de los delfines. Y el rey, callado.

Y tenemos el bosque entero de setas en mal estado en forma de más generales y tenientes generales, pero también almirantes, legionarios y soldados hasta 271 exmilitares más, y que ha aparecido hoy en formato manifiesto. Estos se desmarcan del tono de los anteriores, pero manifiestan "las mismas inquietudes" porque la "unidad de España está en peligro" y alertan del "deterioro de la democracia" y "la imposición de un pensamiento único". ¡¡¡ELLOS hablando de pensamiento único!!! ¡¡¡Ja, ja, ja!!! También acusan a Pedro Sánchez de "permitir violentos disturbios independentistas y golpistas con petición de indultos a condenados por sedición" y de "conceder favores a terroristas con el consiguiente menosprecio a sus víctimas". Ah, y recuerdan que "como militares, que seguimos estando todavía en la situación de retirados, mantenemos activo el juramento que prestamos en su día de garantizar la soberanía e independencia de España y defender su integridad territorial y el orden constitucional, entregando la vida si hiciera falta". O sea, que si hace falta, a disparar tiros. Y el rey, callado.

Pero claro, ¿por qué tendría que hablar ahora el rey de nada de todo eso si todavía no nos ha dicho nada de una cosa tan suya como la estancia de su padre en el desierto? Eso sí, una estancia con aire acondicionado, que allí casca mucho calor. Su padre, ¿lo recuerda, verdad? Es aquel señor que todo el mundo nos dice que no ha huido porque no ha hecho nada ni ningún juez lo reclama, pero que se marchó a escondidas. Y no vuelve. Y sobre el cual, su hijo, el rey, calla. También.