¡Toc, toc, toc!
- ¡Suuiiiií!
- ¡Hola, soy la justicia, aquella que cada les visita con una cosita u otra!
- Pase, pase, que ya le tengo preparado unos productos para merendar. ¿Y qué, hoy qué nos trae?
- Pues mire, dos sentencias de Tribunales Constitucionales que retratan perfectamente a quien ha redactado cada una y una de la Audiencia Nacional española que, en el fondo, es el dedo que nos señala el camino y, sin quererlo, lo explica todo.
- ¡Ah, pues hablando de explicar, explíquese por favor!
- Apunte...

El Tribunal Constitucional español ha desestimado el recurso de amparo (Oooooooh, qué sorpresa más sorpresiva) que la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, había presentado contra la sentencia del Supremo que la condenó a once años y medio de prisión por sedición. Curiosamente es una buena noticia porque ahora permite llevar el caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo. Y ya se sabe que más arriba de los Pirineos la ley funciona muy diferente que en la Meseta. Y digo "diferente" porque servidor de usted querría pasar la castañada en casa y no en un establecimiento penitenciario acusado de vaya a saber qué. Por lo tanto, Carme Forcadell ya puede ir a buscar una justicia "diferente" a Europa, aquel lugar donde Valtònyc ya está desde hace tiempo. Él, de cuerpo presente. Y su caso, de cuerpo judicial.

Y está allí porque más abajo de los Pirineos fue condenado a tres años y medio de prisión por las letras de unas canciones que sus señorías hispanas consideraron injurias a la corona, enaltecimiento del terrorismo y amenazas de muerte. El Estado español lo quiere extraditar y la decisión de la justicia belga la sabremos el 23 de noviembre, cuando se pronuncié el Tribunal de Apelación de Gante. Pero antes, este órgano ha querido consultar al Tribunal Constitucional de su país qué dice su ley sobre cuestiones relativas a libertades de expresión y monarquías. Y en función de eso, poner en marcha o no la euroorden. Y la respuesta ha sido... bien, ¿cómo se lo diría yo ahora?... ¿Estratosférica? ¿Apustoflante? ¿Megarringolenga al la enésima potencia? O ponga aquí su palabra ________.

Es que derivado de la consulta provocada por Valtònyc, el TC belga ha decidido derogar la ley vigente en aquel país desde 1847 y que castigaba con hasta tres años de prisión a quien insultara al rey. Al suyo. El argumento es que la norma ni respeta la libertad de expresión, ni se ajusta a la Constitución del país, ni tampoco al Convenio Europeo de Derechos Humanos. O sea, como para resumir la cosa, la justicia española ha democratizado todavía más la justicia belga en relación a su libertad de expresión. ¡¡¡SEN-SA-CI-O-NAL!!!

Y, mientras, en España, el país donde nunca pasa nada, la Audiencia Nacional ha condenado a dos años de prisión al extesorero del PP Luis Bárcenas, conocido también como "Luís se fuerte". Por haber pagado unas obras en la famosa sede del PP de la calle Génova de Madrid abonando un millón setenta y dos mil euros con... ¡DINERO NEGRO! Ojo, que un millón de euros es mucho. Y si tienes esta cantidad para pagar unas obras, que es como la morralla, ¿cuántos millones más en B tienes que haber generado? ¿Y si tienes tantos, de donde han salido? De rifas de cestas de Navidad, lo dudo. ¿Alguien investigará qué ha sucedido aquí de verdad, cuál es la cifra total generada ilegalmente y por qué y cómo, o están demasiado ocupados en casos como el de Valtònyc y la peligrosísima Carme Forcadell? Pues ya le respondo yo la pregunta...

- ¡Toc, toc, toc!
- ¡Suuiiiiiií!
- No.
- ¿No, qué?
- No, que la respuesta es que no. Que no se investigará nada, que el partido seguirá funcionando como si no hubiera sucedido nada, que nadie devolverá un euro y que, como siempre, no pasará nada porque cuando alguien del PP por fin abra boca -hoy estaban todos Belinda total- dirá que eso es el pasado y que eran "cosas de Luís". Ah, y encima, añadirán: ¿Lo ven cómo la justicia en España funciona fantásticamente bien y hace limpieza de corruptos?