Ahora mismo es una incógnita saber qué pasará con el presente político más inmediato de Pedro Sánchez, por lo tanto del Gobierno, por lo tanto de la legislatura, por lo tanto de la estabilidad en España. Es más, nadie a estas alturas puede tener una fotografía completa de la situación porque no hay nadie que tenga toda la información entera. Koldo García tiene muchos audios, sí, pero no los tiene todos. La UCO de la Guardia Civil tiene mucha documentación, sí, sin embargo —a pesar del registro del viernes en la sede del PSOE— todavía no la tiene toda. Y otros actores de la telaraña también disponen de material que podría salir a la luz en cualquier momento.
Además, hay una cuestión de idoneidad: grabaciones que tiempos atrás habrían pasado desapercibidas, ahora pueden cobrar mucho interés porque aunque se puedan considerar menores, añaden caldo a las dos tazas y acaban de construir el relato que el PSOE, la Moncloa y el presidente español están sobrepasados y a punto del colapso. Santos Cerdán no sabe en cuántas grabaciones sale, ni cuántas horas, ni desde cuándo y hasta cuándo se le ha estado grabando. Pero sí sabe que fue secretario de organización de un partido y que eso implica, a la fuerza, hablar con muchísima gente. Además, si eres el secretario de organización del partido que está en el gobierno (fue nombrado en el 2021 y Pedro Sánchez es presidente desde el 2018) las interlocuciones se multiplican porque también lo son los sitios de poder a rellenar dentro de la administración. Pero por si eso fuera poco, desde el verano del 2023 y hasta la semana pasada, Santos Cerdán era el hombre a quien Pedro Sánchez había confiado la intermediación con, ni más ni menos, que la bestia negra de la España actual, Carles Puigdemont, y por extensión Jordi Turull, Míriam Nogueras y una parte importante de la dirección de Junts.
Hasta ahora, los audios filtrados hablaban de corrupción, faltan los de cuestiones políticas
E intermediación quiere decir que se habla con la otra parte pero después se traslada el mensaje a los tuyos. Dudo de que haya grabaciones de Santos Cerdán en Suiza o Bélgica, pero ya no pondría la mano al fuego por el hecho que haya grabaciones de Santos Cerdán en Madrid o en Pamplona cuando, volviendo de negociar con Junts, exponía el posicionamiento de la formación independentista a personas de su confianza, como el mismo José Luís Ábalos o Koldo García. Y es en este punto donde el caso de las grabaciones puede cobrar otra dimensión. Hasta ahora, los audios que se han filtrado y que hemos podido escuchar o leer la transcripción han tenido siempre un contenido relacionado con la corrupción: que si una adjudicación por aquí, que si una comisión por allá, pero nunca han tenido un trasfondo ideológico.
Se empieza a dar por hecho que además de conversaciones sobre qué porcentaje de la renovación de la autopista A11 se quedaba cada parte del triángulo KAC (Koldo-Ábalos-Cerdán), también hay horas de grabación de conversaciones con contenido político. Conversaciones donde Santos Cerdán, que hasta hace diez días era una de las personas con más información de España, explica qué ha escuchado en Bruselas y en Zúrich, cuál es su opinión pero también hasta dónde está dispuesto a llegar el PSOE y qué impresión le han causado los dirigentes independentistas. Hay que recordar que en estas conversaciones estaban el mediador internacional, Francisco Galindo, su equipo y, por parte del PSOE, además de Cerdán, su mano derecha, Juan Francisco Serrano y el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero. Toda la discreción y confidencialidad que desde hace un año y medio han rodeado estas conversaciones se pueden ir al garete si las revelaciones personales de Cerdán salen a la luz. No serían exactamente las grabaciones de las conversaciones en Suiza pero sí las de las conversaciones que posteriormente tenía Cerdán con su círculo de confianza.
Una grabación donde saliera Santos Cerdán diciendo la palabra 'referéndum' sería una bomba política
Preparémonos, pues, para escuchar las impresiones del intermediario jefe del PSOE con su propia voz. Puede haber de todo: desde un simple traspaso de información, a impresiones personales sobre qué le han parecido las conversaciones y sus protagonistas, a información muy nuclear respecto del pacto político que desde noviembre del 2023 mantiene a Pedro Sánchez en la Moncloa. En este punto hay que recordar que antes de la investidura del presidente español, en agosto del 2023 ya hubo una negociación muy fuerte para que la socialista Francina Armengol pudiera salir escogida presidenta del Congreso. De hecho es ahí, la madrugada del 17 de agosto del 2023, donde nace la petición —afianzada con un burofax in extremis— para que el Gobierno reclame a la UE la oficialidad del catalán. Cualquier fragmento de este bloque de grabaciones podrá ser, y será, utilizado como herramienta de desgaste hacia Pedro Sánchez con un triple objetivo: erosionarlo todavía más ante la ciudadanía española, aumentar la división dentro del PSOE y romper puentes con la dirección de Junts. Y es que una grabación en que Santos Cerdán haga mofa de sus interlocutores independentistas podría acabar de destruir la ahora muy débil confianza entre las partes.
Pero una grabación en que Santos Cerdán explique si se están satisfaciendo las peticiones de Junts o, voy más allá, en qué avance la posibilidad de que se hable de un referéndum podría ser una bomba política en la opinión pública española, en la catalana y, especialmente, dentro del PSOE que es, a estas alturas, el único partido que paradójicamente puede hacer caer Pedro Sánchez de verdad (ya pasó el 1 de octubre del 2016 y el 5 de julio hay comité federal). A pesar de todos los aspavientos que de manera cíclica se hacen a España sobre los casos de corrupción, nadie tiene ninguna duda que la ciudadanía average tolera mucho más una frase tipo "50 para ti, 10 para mí" en qué se repartan comisiones, que no una frase que incluya la palabra referéndum. Es igual de qué manera salga, el contexto o la informalidad del momento: si algún medio titula con la palabra referéndum entrecomillada y ademán en boca de Santos Cerdán la crisis por la que pasa al PSOE escalará y aumentará de dimensión. De hecho, es posible que —entonces sí— los socialistas, el Gobierno y el Estado español en general entre en otra dimensión, concretamente la dimensión desconocida.