Alemania tardará muchos años en olvidar el ridículo de su selección en el Mundial de Rusia. Los alemanes acabaron colistas en un grupo donde competían con México, Suecia y Corea del Sur. La eliminación, después de tres partidos sin brillo, provocó una avalancha de críticas que tenían diferentes objetivos: Mesut Özil, Sami Khedira, Ilaky Gündogan, el seleccionador Joachim Löw...
Ahora, la prensa alemana echa más leña al fuego. El Bild asegura que los futbolistas se quedaban despiertos hasta altas horas de la madrugada para jugar a videojuegos. Según el diario, la Federación Alemana de Fútbol y el cuerpo técnico decidieron cortar la internet de las instalaciones donde se alojaban los jugadores, para impedir partidas al FIFA18 o al Call of Duty.
Löw, recientemente renovado hasta el 2022, tendrá que afrontar una regeneración que ha evitado en Rusia. Los hechos se han llevado por delante sus convicciones. Las nuevas informaciones atacan directamente a la profesionalidad de un equipo que llegaba al Mundial como uno de los favoritos para levantar el título y que quedó eliminado, por primera vez en su historia, en la fase de grupos.