Alemania cae en la fase de grupos del Mundial de Rusia 2018 y confirma el maleficio de los campeones (2-0). Y Corea del Sur, con dos goles en el tiempo añadido del segundo tiempo, consigue una de las grandes victorias de su historia y también se marcha del Mundial, pero con una gran sonrisa.

Nadie hace daño

Alemania y Corea del Sur han jugado sus cartas, más defensivas que ofensivas, e intentar seguir con vida hasta el tramo final del partido. El mal Mundial de los alemanes hacía creer a los asiáticos en el milagro, ganar por dos goles de diferencia y esperar la victoria de México para pasar. Y eso ha provocado un planteamiento ultradefensivo de los coreanos, contra una Alemania intensa, pero sin ideas.

El conjunto de Joachim Löw ha cambiado piezas. Una metamorfosis sobre el terreno de juego con las entradas de Özil, Goretzka, Süle y Khedira para aportar más soluciones ofensivas. Y con la experiencia de la segunda jornada contra Suecia, tocaba mover el balón y marear a los coreanos.

Los asiáticos, sin embargo, han calcado los planes de los anteriores partidos: resistir en defensa y probar suerte en las ocasiones aisladas que les llegaran. Y la fórmula les ha salido bastante bien. Aguantando las embestidas de los europeos, Corea del Sur ha sido más protagonista que Alemania en los primeros compases. La pelota ha sido de los de Löw, pero las ocasiones más claras eran de los coreanos.

Manuel Neuer ha demostrado muchos nervios en la portería de la vigente Campeona del Mundo. Y eso ha dado la ocasión a los coreanos de bordear el gol en varias ocasiones. El futbolista del Tottenham y la estrella de los coreanos, Son, ha sido la principal amenaza.

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Alemania confirma el maleficio

Pero viendo el camino que tomaba el partido y las similitudes con el último duelo alemán contra Suecia, con la aparición final del salvador Kroos, Alemania ha acelerado el ritmo. Y más después de saber que en el otro partido del grupo habían marcado los nórdicos y los alemanes estaban matemáticamente fuera del Mundial.

Un gol era la solución, y tal como pasó en la anterior jornada, Alemania ha buscado desesperadamente la portería rival. Müller, Mario Gómez, Werner, Brandt, Reus, Kroos y todo un equipo con un único punto como referencia: taladrar la red. Corea del Sur ha remado para sacar agua de su área, y su portero ha sido la gran figura. Y después los asiáticos también han perdonado.

Poco a poco se iba gestando el maleficio de los últimos dos Mundiales han perseguido el mal augurio del campeón. En Sudáfrica 2010, Italia, campeona en el 2006, cayó en la fase de grupos. En Brasil 2014, España, campeona en el 2010, cayó en la fase de grupos. Si echamos la vista más atrás, en 2002, también cayó Francia en la fase grupos siendo la vigente campeona. Y Alemania, campeona en el 2014, confirma la maldición quedando eliminada en la fase de grupos. Cuatro de los últimos cinco campeones no han pasado de la primera ronda del Mundial.

No es que no haya habido milagro de los alemanes, sino que además Corea del Sur ha acabado ganando el partido con dos goles en el tiempo añadido de la segunda mitad, y con el VAR aplicando justicia.

Con el resultado, Alemania hace las maletas como última clasificada del Grupo F. Y Corea del Sur se marcha con una grandísima victoria, siendo tercera.