Tesla ha sorprendido con el desarrollo de una nueva versión del Model Y adaptada específicamente al mercado chino. Denominado internamente como Model Y L, este modelo aún no ha sido presentado oficialmente ni está a la venta, pero ya ha sido captado en fase de pruebas, dejando entrever una evolución significativa respecto al modelo estándar. La principal novedad es la incorporación de una carrocería más larga y una batalla extendida, que permiten alojar una tercera fila de asientos, dando lugar a una configuración de seis plazas. Con este movimiento, Tesla apunta directamente al segmento de los SUV eléctricos familiares de gran tamaño, uno de los más dinámicos en el mercado chino.
Esta maniobra se produce en un contexto de creciente presión competitiva. Marcas locales como BYD han sabido posicionarse con una oferta muy amplia de eléctricos, muchos de ellos con capacidad para seis o siete ocupantes. Frente a esta tendencia, el Model Y convencional comenzaba a mostrar limitaciones en términos de habitabilidad y modularidad. El Model Y L aparece como una respuesta estratégica para recuperar ventaja sin necesidad de desarrollar una nueva plataforma, aprovechando la base técnica del modelo ya consolidado, pero con ajustes estructurales relevantes.
Las dimensiones filtradas apuntan a una longitud cercana a los 4,98 metros, con una distancia entre ejes que superaría los tres metros. Este incremento proporciona más espacio en las plazas traseras y permite configurar una tercera fila con dos asientos individuales. Aunque se espera que el diseño exterior mantenga las líneas principales del Model Y, podrían introducirse sutiles modificaciones en paragolpes, ópticas y llantas, posiblemente vinculadas también a una futura actualización de la gama global.
Una apuesta localizada, con incógnitas en Europa
Llama especialmente la atención que este nuevo modelo esté siendo desarrollado con un enfoque exclusivo para China. De momento, no se ha confirmado si el Model Y L llegará a otros mercados, incluida Europa, donde el interés por SUV eléctricos de gran tamaño con más de cinco plazas también está creciendo, aunque con menor intensidad que en Asia. La producción tendrá lugar en la planta de Tesla en Shanghái, lo que refuerza su carácter localizado y permite a la marca adaptarse con rapidez a la demanda regional.
Por otro lado, este proyecto refleja un ajuste táctico tras el discreto impacto comercial del reciente restyling del Model Y convencional. Al ofrecer una variante con un valor diferencial tangible —mayor capacidad y enfoque familiar— Tesla introduce un nuevo argumento en su catálogo sin abandonar el modelo que más ventas le ha proporcionado en los últimos años.
La fecha exacta de presentación no ha sido anunciada, pero se espera que ocurra antes de finalizar 2025. En función de su acogida en el mercado chino, no se descarta que pueda evaluarse su exportación a otros territorios. Por ahora, el Model Y L representa una jugada orientada a reforzar presencia en un entorno especialmente competitivo, sin modificar de forma radical la estrategia global de producto de Tesla.