Como ocurre en tantas otras industrias a nivel mundial, en la industria del automóvil no es que sea precisamente fácil triunfar, o al menos convertirse en una marca que pueda sobrevivir año tras año sin que el riesgo económico sea importante.
En este sentido, cabe tener en cuenta que los últimos tiempos han sido muchos los fabricantes que han aparecido en las carreteras europeas de la mano de coches 100 × 100 eléctricos, aunque es importante resaltar que en la inmensa mayoría de los casos han sido fabricantes que han llegado a las carreteras del viejo continente con un buen bagaje anterior.
No ha sido el caso de un fabricante de coches que siempre ha estado en el punto de mira y que ahora, tal y como apuntan desde medios de Estados Unidos, parece que ha llegado a su fin, y no precisamente de la manera que su creador esperaba.
El sueño de Henrik Fisker acaba siendo una pesadilla
Es que fue en 2007 cuando Henrik Fisker, uno de los diseñadores más importantes de la industria de automóvil de los últimos años y que había colaborado con marcas como Aston Martin, BMW e incluso Tesla, decidió emprender un camino propio y lanzar al mercado su propia marca.
El primer modelo, el Fisker Karma, ya tuvo problemas serios a la hora de venderse, pero eso no impidió al diseñador volver a apostar por un proyecto muy similar y lanzar su primer modelo 100 × 100 eléctrico, el Fisker Ocean, en 2022 tras varios años trabajando en el proyecto y buscando financiación para que fuera sostenible.
Un modelo, el Ocean, que incluso se llegó a vender en España, pero que no ha sido suficiente para que el fabricante, Fisker Inc, fundada en 2016, haya podido salir adelante. El problema en este caso ya no es que la marca tenga pérdidas, es que como apuntar en medios estadounidenses, ha sido el propio fundador el que ya ha reconocido que se encuentra en un proceso de quiebra y de bancarrota ya que las cifras de ventas no han sido suficientes para poder recuperar toda la inversión y hacer frente a todas las deudas acumuladas en estos últimos años.
Así, el principal problema que se encuentran ahora los que ya cuentan con uno de esos modelos es que, como es lógico, no van a contar a partir de ahora con un servicio de posventa ni de mantenimiento, algo que evidentemente no les va a hacer mucha gracia.