Opel ha transformado por completo el Mokka para adaptarlo al mundo de la competición eléctrica, presentando una variante radical denominada Mokka GSE Rally. Este modelo, desarrollado para cumplir con los requisitos técnicos de la categoría FIA eRally5, representa un salto cualitativo en el uso de plataformas SUV urbanas como base para vehículos de competición. El resultado es un coche eléctrico con especificaciones propias de un entorno de rally, tanto en rendimiento como en configuración técnica.
El Mokka GSE Rally monta una motorización eléctrica que alcanza los 280 CV de potencia y 345 Nm de par, cifras que lo sitúan al nivel de modelos de Rally4. La batería, de 54 kWh de capacidad, se mantiene igual que en la versión de calle, pero con una gestión energética optimizada para competición. El software ajusta los parámetros de respuesta y eficiencia en función de la demanda dinámica, manteniendo estabilidad térmica incluso en tramos exigentes.
A nivel estructural, el coche ha sido profundamente modificado. La suspensión, con elementos firmados por Bilstein, se adapta a un esquema específico de rally, con mayor recorrido y dureza ajustada. El eje delantero recurre a puntales McPherson reforzados, y se añade un diferencial autoblocante junto a una caja de cambios desarrollada para uso intensivo en condiciones de baja adherencia. El conjunto se completa con una jaula de seguridad homologada, protección del suelo reforzada y la eliminación de ayudas electrónicas como ABS, ESP o control de tracción.
Base técnica para un futuro modelo de calle
Este desarrollo no solo se orienta al ámbito competitivo. Opel ha confirmado que el Mokka GSE Rally servirá como referencia para una futura versión de producción con prestaciones elevadas. Este SUV mantendrá el motor de 280 CV, incorporará un diferencial Torsen y una configuración de chasis heredada del prototipo. Con una aceleración estimada de 0 a 100 km/h en menos de seis segundos y una velocidad punta limitada a 200 km/h, se convertirá en el modelo eléctrico más potente de la gama Opel.
El diseño también adoptará algunos elementos del coche de rally, como las llantas de 20 pulgadas, frenos sobredimensionados con pinzas en color amarillo y una estética inspirada en la competición. En el habitáculo, se incluirán asientos deportivos tapizados en Alcántara, pedales metálicos y un volante achatado, configurando un ambiente más orientado a la conducción activa.
El debut del Mokka GSE Rally está previsto en el marco de competiciones oficiales de rally eléctrico, marcando el inicio de una estrategia más ambiciosa de Opel en este tipo de pruebas. Cabe destacar que la marca mantiene una presencia activa en campeonatos de energías alternativas, consolidando su apuesta por la electrificación también en el ámbito deportivo.
Con esta iniciativa, Opel busca demostrar que la tecnología eléctrica no solo puede ser eficiente, sino también competitiva y emocional en escenarios de alta exigencia. La adaptación del Mokka a un entorno tan extremo como el de los rallyes refuerza su versatilidad y amplía el alcance del vehículo más allá del uso urbano para el que fue concebido.