Por mucho que los modelos de Dacia estén en boca de muchos y que sean modelos que, por sus bajos precios, en muchos casos consigan buenas cifras de ventas, en otros son modelos que no generan las ventas esperadas.

Saben muy bien en la marca rumana que, más allá de su Sandero y su Duster, el resto de modelos de su gama lo tiene complicado para triunfar. Dos buenos ejemplos de ello son el Jogger y el Spring, dos modelos que no tienen nada que ver pero que compiten en segmentos que no es que sean precisamente sencillos.

 

Por un lado, el Jogger es un familiar de dimensiones considerables, un modelo que compite en un segmento que no tiene el nivel de ventas que el que tienen el de los compactos o el de los SUV. Por otro, el Spring, un low cost que compite en el de los eléctricos, un segmento con una cuota de mercado que apenas supera el 6 por ciento en España.

Las ventas del Dacia Spring no son, de momento, las que en Dacia se esperaban

En la marca sabían que, por mucho que su Spring pudiera presumir de ser uno de los eléctricos más baratos del mercado, por no decir el más barato, no iba a ser fácil que tuviera éxito en España. Eso sí, esperaban que, en al menos en algún momento, sí que entrara dentro del top 100, algo que de momento no ha sucedido.

Pero quizás el golpe más duro a la marca rumana no es que el Spring esté a años luz en cuanto a ventas de modelos como el Sandero o el Duster, incluso también del Jogger, sino que las ventas totales en estos tres primeros meses del año son tan bajas que su eléctrico se ha quedado fuera, de momento, del top 25 de los eléctricos.

Y es que este low cost ha logrado tan sólo 85 matriculaciones, una cifra que se aleja muchísimo de la que han cosechado los eléctricos más vendidos como el Tesla Model 3, con 1.133 ventas, el Kia e-Niro, con 733 o el Fiat 500e, con 343 ventas. Así, hasta la fecha, el Spring ocupa la posición 28 en el ranking de los eléctricos, una posición muy preocupante para la marca.

 

Entre otras cosas porque no hay soluciones sencillas en este caso. Con un precio tan bajo una rebaja no es la solución. Sí que lo sería aumentar sus prestaciones, con un motor más potente que el actual, que tan solo tiene 45 caballos, y con una mayor autonomía, pero entonces su precio subiría y se situaría al nivel de otros modelos de mayor calidad, por lo que perdería la condición de low cost.

Una condición que, al menos en estos tres primeros meses de 2022, no le está ayudando precisamente. Veremos si la marca rumana opta por mover ficha en algún sentido o no, pero es evidente que su Spring, de momento, no arranca.