El Citroën Berlingo ha experimentado una transformación notable en su posicionamiento dentro del mercado español. Tradicionalmente asociado al uso comercial, el modelo ha recuperado recientemente su versión diésel destinada a pasajeros, consolidándose como una alternativa funcional para quienes necesitan un vehículo espacioso y eficiente. Esta reintroducción responde a la demanda de usuarios que priorizan la autonomía y la versatilidad, características que no siempre encuentran en los modelos electrificados.

Con un diseño renovado que adopta la nueva identidad visual de Citroën, el Berlingo presenta ahora un frontal más vertical, con el logotipo ovalado de la marca y faros Full LED. Está disponible en dos longitudes, M y XL, con configuraciones interiores de cinco o siete plazas, lo que le permite adaptarse a distintas necesidades familiares. En el interior, se ha incorporado una pantalla táctil de 10 pulgadas con conectividad inalámbrica para Apple CarPlay y Android Auto, lo que refuerza su funcionalidad como vehículo de uso diario.

 

En lo mecánico, el Berlingo se ofrece con dos motorizaciones diésel: un motor 1.5 BlueHDi de 100 CV asociado a una caja manual de seis velocidades y otra versión de 130 CV, disponible tanto con cambio manual como con la transmisión automática EAT8 de ocho relaciones. Esta última destaca por su suavidad y eficiencia, con un consumo medio estimado de 5,5 litros cada 100 kilómetros y una capacidad de maletero de 597 litros, datos que lo posicionan como una opción equilibrada entre rendimiento y practicidad.

Una alternativa funcional en el segmento familiar

El regreso del Berlingo diésel llega en un momento en que los monovolúmenes han perdido terreno frente a los SUV, aunque aún conservan un público fiel que valora el espacio, la modularidad y la comodidad. En este sentido, el modelo de Citroën destaca por ofrecer una respuesta sólida a estas necesidades sin caer en soluciones estéticas o de moda. Lo destacable en este caso es que ha logrado mantener su identidad utilitaria, adaptándose a un contexto de movilidad más exigente.

 

Construido sobre la plataforma EMP2 del grupo Stellantis, compartida con otros modelos de enfoque similar, el Berlingo ofrece una conducción equilibrada y una buena maniobrabilidad, aspectos especialmente valorados en entornos urbanos y trayectos cotidianos. A ello se suma su producción en territorio nacional, lo que permite mantener un control sobre los costes de fabricación y distribución.

En términos económicos, la versión de acceso con motor BlueHDi 100 parte desde unos 24.675 euros, mientras que la variante de 130 CV con cambio automático alcanza los 29.600 euros. Estas cifras lo sitúan en una posición competitiva dentro del segmento de vehículos familiares, donde la relación entre precio, espacio y funcionalidad se convierte en un criterio determinante.

Así, el Citroën Berlingo diésel consolida su propuesta como un modelo discreto, pero efectivo, que empieza a ganar terreno entre minorías que buscan soluciones concretas para su movilidad cotidiana, alejadas de las tendencias dominantes.