No es que sea precisamente ningún secreto que, si bien es cierto que la inmensa mayoría de los que acuden a un concesionario en busca de un coche nuevo no tienen precisamente en el servicio posventa una de sus principales preocupaciones, toda la gestión por parte del fabricante una vez ya se ha vendido un coche es igual de importante, sobre todo si aparecen diferentes problemas.
En este sentido, son muchos los conductores que, una vez comprar un coche de una marca y están más que satisfechos con el trato que han recibido por parte del fabricante ante diferentes situaciones, optar por repetir de nuevo con esta marca con su nuevo coche. Esa fidelidad es lo que precisamente muchas marcas buscan, y ahí el servicio posventa es clave.
Un servicio que en algunos fabricantes, como está ocurriendo en algunos casos con marcas como MG en nuestro país, no acaba de ser satisfactorio del todo, o al menos no para muchos conductores que se están quejando. Pero ojo porque los problemas que están teniendo algunos conductores con MG se alejan mucho de los problemas infinitamente mayores que están teniendo los que decidieron comprar una unidad de uno de los coches eléctricos que estaba llamado a ser importante a nivel mundial: el Fisker Ocean.
El drama de los propietarios del Fisker Ocean
Cabe tener en cuenta que, más allá de que el fabricante de California exigiera una cantidad más que alta para la reserva de este modelo y que los que lo reservaron estuvieron varios meses esperando la llegada de su unidad, han sido muchos los que han alertado de algunos problemas a nivel de software con este eléctrico.
Pero uno de los grandes problemas que está teniendo este modelo es que, por ejemplo en el mercado de Noruega, un mercado en el que los eléctricos están ganando cada vez más peso, son muchas las aseguradoras que están descartando poder cubrir este modelo con seguros a todo riesgo, un tipo de seguro muy habitual delante los primeros años de vida comercial de un modelo.
Problema que se hace aún mayor teniendo en cuenta que una de las condiciones que impone la marca californiana para poder financiar la compra del vehículo es que se cuente con seguro a todo riesgo, por lo que, al no disponer de este tipo de seguro no se puede financiar la compra y se tiene que pagar al contado, algo que evidentemente está derivando en muy pocas ventas.
Es más, en apenas cuatro meses, este modelo ha superado por poco las 600 matriculaciones en toda Europa, una cifra evidentemente muy alejada de las que en el fabricante se esperaban y cuando empezaron este proyecto.