El Leapmotor B10 aterriza en Europa con la intención de sacudir el mercado de los coches eléctricos asequibles. Este SUV de tamaño compacto, diseñado y fabricado en China, llega con una estrategia agresiva en precio y con el respaldo de Stellantis, que facilitará su implantación en la región. Su lanzamiento en Alemania, primer mercado europeo donde ya tiene tarifa oficial, anticipa también su llegada a España con un enfoque muy claro: ofrecer más diseño, tecnología y autonomía que cualquier rival directo en el mismo rango de precio.

El B10 se caracteriza por un estilo moderno y fluido, con superficies limpias, tiradores de puerta enrasados y faros en dos niveles, una firma visual muy habitual en los nuevos eléctricos chinos. La aerodinámica ha sido cuidada para mejorar la eficiencia, pero sin renunciar a una presencia marcada. En el interior destaca una gran pantalla flotante de 14,6 pulgadas con resolución 2,5K, gestionada por un sistema operativo propio que irá actualizándose con nuevas funciones. Materiales suaves al tacto, detalles en aluminio y una disposición sencilla refuerzan una sensación de producto bien construido y de aspiraciones premium, algo llamativo en un SUV que busca situarse en la franja de acceso a la movilidad eléctrica.

 

En el apartado técnico, el Leapmotor B10 se asienta sobre la plataforma modular LEAP 3.5, pensada desde el inicio para vehículos eléctricos. Habrá dos versiones principales: una con batería LFP de 56,2 kWh que ofrece alrededor de 360 kilómetros de autonomía WLTP, y otra con batería de 67,1 kWh que eleva el alcance hasta unos 430 kilómetros. Ambas recurren a un motor eléctrico trasero de entre 180 y 218 CV según configuración, con par suficiente para asegurar una aceleración viva: la versión más potente logra el 0 a 100 km/h en unos ocho segundos.

Producción europea y un objetivo muy claro

El B10 admite carga rápida de hasta 168 kW, con la que puede pasar del 30 al 80 % en apenas 20 minutos, y carga en corriente alterna de 11 kW para uso doméstico. Más allá de la mecánica, la estrategia industrial es clave: Leapmotor y Stellantis ya han confirmado que a partir de 2026 el B10 se fabricará en España, con planes de ensamblarlo en una factoría nacional y una inversión significativa para abastecer a los principales mercados europeos.

Lo destacable en este caso es que el B10 no llega como una propuesta testimonial, sino como un modelo llamado a volumen. Su precio en Alemania ronda los 30.000 euros, lo que, unido a un equipamiento amplio y un diseño cuidado, lo convierte en un rival directo para los compactos eléctricos de marcas consolidadas. Llama especialmente la atención su posicionamiento: ofrecer un coche eléctrico con imagen moderna, prestaciones suficientes y tecnología avanzada al coste de un utilitario básico, un movimiento que podría poner en aprietos a marcas como Dacia en el terreno del coche asequible.