La Dirección General de Tráfico (DGT) ha ampliado la cantidad de radares que operan en las carreteras españolas. En concreto ha añadido 70 radares a su cartera, que han costado a las arcas públicas 610.000 euros y que lucen un diseño casi invisible. Serán muy difíciles de detectar a simple vista.

Cabe decir que esos 610.000 euros son un presupuesto muy bajo respecto a lo que estaba estipulado inicialmente. En este sentido, el contrato para la adquisición de estos radares móviles publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) estaba presupuestado en 1,3 millones de euros. Sin embargo, solo se presentaron dos empresas al concurso, siendo Saima Seguridad SA la que se llevó el contrato. Se trata de la misma empresa que sirvió radares al estado en una tanda anterior. El precio concreto ha sido de 610.678,25 euros. Según el Ministerio del Interior, es la “oferta más ventajosa para el organismo y para el interés general”.

La DGT recibe 70 nuevos radares de última generación

Volviendo a la carretera, tal y como se puede leer en la memoria del Ministerio del Interior, estos 70 radares móviles son un “complemento a los utilizados en la actualidad para ejercer la vigilancia que le compete en materia de velocidad de la red viaria de la forma más efectiva posible”. Y serán usados por la Policía Local y por la Guardia Civil de Tráfico.

Estos 70 radares se suman a los 545 que ya tenía la DGT. Y sus características los convierten en los radares más avanzados que hay en España actualmente.

Estos radares miden 50 centímetros y pesan tres kilos. Gracias a ello son muy difíciles de detectar. Y cuentan con alta tecnología. Por un lado, son capaces de medir la velocidad de los vehículos en un rango de entre 30 y 250 km/h. Y son capaces de detectar vehículos a distancias de hasta 50 metros. Además, pueden controlar los distintos vehículos que circulan, así como actuar en dos carriles de la vía. Asimismo, su autonomía es de unas cinco horas como mínimo. Y se pueden manipular mediante tecnología 3G, 4G o por wifi.

Nuevo radar de la DGT
Nuevo radar de la DGT

Casi imposibles de detectar e instalables en motocicletas

Cabe decir también que estos radares vienen con un maletín para su transporte, un medidor de velocidad, una tablet u ordenador en su defecto, un trípode con rótula de orientación, un soporte para instalarlo en los vehículos patrulla y otro para instalarlo en los quitamiedos de la carretera.

“El empleo de cinemómetros de escaso tamaño, compacto, de altas prestaciones, fácil manejo y rápido despliegue de forma permitirá su utilización a cualquier agente, independientemente del vehículo en el que patrulle: de cuatro ruedas o motocicleta”, apunta el Ministerio del Interior.