El Opel Frontera Electric se presenta como una de las apuestas más interesantes dentro del nuevo enfoque estratégico de Stellantis. Frente a un mercado eléctrico cada vez más influido por marcas low cost, tanto europeas como chinas, Opel opta por una fórmula distinta: ofrecer un producto competitivo en precio, pero con una calidad de construcción, diseño y tecnología claramente superior. El objetivo es claro: ocupar ese espacio intermedio donde el cliente busca fiabilidad, funcionalidad y un diseño cuidado sin renunciar a la asequibilidad.
Este SUV compacto adopta una estética robusta y moderna que refuerza su presencia en carretera. Las proporciones equilibradas, los trazos angulosos y el frontal con la nueva identidad visual de Opel marcan un diseño actual, fácilmente reconocible dentro del segmento. A pesar de su planteamiento racional, el Frontera transmite una imagen sólida, cercana a modelos de gamas superiores, lo que lo distancia de propuestas más básicas o puramente funcionales.
En el interior, el salto cualitativo es evidente. La disposición del salpicadero combina funcionalidad y diseño, con dos pantallas integradas que ofrecen tanto información de conducción como funciones multimedia. La sensación general es de buen ensamblaje, con materiales correctos para su categoría y un enfoque claramente práctico. La capacidad de carga, que ronda los 460 litros, junto con una posible configuración de hasta siete plazas, aporta un extra de versatilidad que lo convierte en un candidato válido para uso familiar.
Tecnología accesible con un enfoque más europeo
Lo destacable en este caso es cómo Opel logra mantener un precio competitivo sin sacrificar la percepción de calidad. El Frontera Electric se sitúa por debajo de los 30.000 euros en su versión de entrada, lo que lo coloca frente a frente con modelos de marcas como Dacia o MG. Sin embargo, a diferencia de estos, Opel apuesta por un sistema de propulsión y recarga más refinado, con una autonomía superior a los 300 kilómetros y posibilidad de carga rápida, elementos no siempre disponibles en sus rivales directos.
Esta estrategia no es aislada. Otras marcas del grupo Stellantis, como Citroën, están desarrollando líneas similares, en las que se prioriza una oferta lógica, moderna y funcional sin comprometer los estándares básicos de confort y tecnología. El Opel Frontera se beneficia de estas sinergias, adoptando una plataforma conocida, un sistema eléctrico eficiente y un equipamiento adaptado al uso real, sin caer en excesos que inflen el precio.
Con todo ello, el Frontera Electric se posiciona como una alternativa sensata para quienes desean adentrarse en la movilidad eléctrica desde una marca reconocida, sin recurrir a opciones de bajo coste con menor trayectoria. Opel consigue presentar un SUV equilibrado, atractivo y bien planteado, que demuestra que es posible competir en precio sin renunciar a una experiencia de conducción sólida y a unos estándares de producto claramente europeos. Una propuesta que suma racionalidad, diseño y funcionalidad en un formato accesible.