El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha recibido formalmente el plan de paz de 28 puntos elaborado por Estados Unidos en colaboración con Rusia, una propuesta negociada a espaldas de Kyiv y que ha provocado un fuerte malestar en el entorno presidencial. La propuesta, revelada el miércoles por la prensa estadounidense y confirmada por la Presidencia ucraniana a través de un comunicado en Telegram, pretende intensificar la vía diplomática para poner fin al conflicto iniciado con la invasión rusa de febrero de 2022. Aunque Zelenski ha anunciado que “se trabajará sobre los puntos del plan para conseguir un fin digno a la guerra”, el contenido del documento —con demandas como la cesión del Donbás, incluidos territorios bajo control ucraniano, y la reducción a la mitad del ejército— ha sido considerado inasumible por Kyiv. Según fuentes citadas por el Financial Times, el borrador está “demasiado inclinado hacia Rusia” y aceptarlo equivaldría a una derrota diplomática.
A pesar del malestar generado por el contenido del documento, Zelenski ha optado por no rechazar de entrada el plan y mantener abierta la puerta a la negociación. La Presidencia ucraniana ha asegurado que la propuesta estadounidense “presenta principios fundamentales importantes para la población ucraniana” y ha confirmado que, tras una reunión con una delegación de los Estados Unidos, se ha acordado “trabajar sobre los puntos del plan de manera que permita un final digno a la guerra”. La oficina de Zelenski ha recordado que Ucrania ha buscado la paz “desde los primeros segundos de la invasión rusa” y ha insistido en que Kyiv apoya “cualquier propuesta significativa que pueda acercar una paz real”. Además, ha remarcado que el gobierno ucraniano “ha apoyado las propuestas del presidente Trump desde el inicio de este año para poner fin al derramamiento de sangre”.
“Estamos dispuestos y ahora preparados para trabajar de forma constructiva con la parte norteamericana y nuestros socios en Europa y el mundo para que el resultado sea la paz”, ha señalado la Presidencia ucraniana, avanzando que Zelenski “espera poder hablar durante los próximos días” con Trump para abordar “las oportunidades diplomáticas disponibles y los principales puntos necesarios para la paz”. A pesar de este enfoque abierto, lograr un entendimiento se prevé extremadamente complicado. Los dos puntos más espinosos continúan siendo el control territorial después de la guerra y la garantía de que Rusia no reanude los ataques en el futuro. El plan de 28 puntos que impulsa Trump prevé ceder a Rusia el control total de las regiones de Lugansk y Donetsk, que conforman el Donbás, a pesar de que Ucrania aún conserva alrededor de un 12% de este territorio. Según el texto, estas zonas pasarían a considerarse desmilitarizadas y el Kremlin no podría desplegar fuerzas. En cuanto a Jersón y Zaporiyia, dos otras regiones duramente afectadas por los combates, el plan plantea congelar mayoritariamente las líneas de control actuales, con el compromiso ruso de devolver una parte del territorio ocupado.
Rusia no tiene “nada que decir”
El comunicado ucraniano ha llegado horas después de que el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, asegurara que Moscú no tiene “nada nuevo” que comentar sobre el plan de paz que, según diversas informaciones, Rusia y Estados Unidos habrían estado trabajando en secreto las últimas semanas al margen de Ucrania. Peskov se ha limitado a recordar las declaraciones hechas tras la cumbre de agosto en Anchorage, Alaska, entre Vladímir Putin y Trump. “No tenemos nada que añadir a lo que ya dijimos en Anchorage. No hay novedades en este momento”, ha indicado el portavoz, al tiempo que ha reiterado que Rusia “continúa abierta a negociar”, pero que cualquier solución “debe eliminar las causas profundas de este conflicto”. A pesar de que desde Washington insisten en que el plan busca “garantías de seguridad para ambas partes”, muchos de los puntos que han trascendido públicamente resultan del todo inasumibles para Ucrania, de acuerdo con las posiciones que ha sostenido durante los más de dos años de guerra.