La región rusa de Kursk, que limita con la región ucraniana de Sumi, despide entre clamores y muestras de apoyo a los soldados del ejército ruso que se dirigen al frente. Eso es lo que se desprende de las imágenes que circulan por las redes sociales, donde se ve cómo decenas de personas dicen adiós a las tropas que supuestamente van hacia el país vecino a luchar, montados en blindados, furgones y otros vehículos para hacer la guerra, marcados con el característico símbolo de la "V". Tanto los militares como los ciudadanos concentrados hacen ondear banderas rusas mientras desfilan por un camino, en una escena similar al despido de los Guardias Civiles antes de marcharse hacia Catalunya por el operativo del 1-O. Entre los rusos concentrados en este pueblo fronterizo, incluso se puede ver un niño pequeño vestido de soldado diciendo adiós con la mano.

Hacia el frente

Así es como han despedido a los vecinos de Kursk los soldados que se dirigen al frente ucraniano, previsiblemente en el este del país, donde Rusia estaría planeando una gran ofensiva para capturar el Donbás. En este sentido, no es sorprendente que circulen imágenes como estas, porque los rusos estarían acumulando fuerzas en estas zonas en preparación al ataque. En las últimas jornadas, varios servicios de inteligencia occidentales han coincidido en que Moscú estaría intentando reemplazar el gran número de soldados caídos al suelo ucraniano con 60.000 reservistas, a pesar de no haber declarado la ley marcial, y mercenarios del oriente próximo. Ciertamente, el Kremlin admitió esta semana por primera vez la "tragedia" que está suponiendo la invasión de Ucrania para su ejército.

Acumular fuerzas

No se han producido muchos movimientos sobre el teatro de operaciones en las últimas horas. Por eso, en su informe diario sobre la evolución de la guerra de Ucrania, el Institute for the Study of War se centra hoy en analizar la situación del ejército ruso. En este sentido, apunta que estarían intentando generar y acumular suficiente poder de combate para asediar y sobre todo mantener las partes de los oblasts de Donetsk y Lugansk, que ahora mismo todavía no controla, después de completar la captura de Mariúpol en las últimas horas. Desde este Instituto prevén que el ejército ruso intentará acumular una fuerza potente, capaz de combatir unidades mecanizadas, para operar en el Donbás durante los próximos meses. Probablemente, Rusia seguirá utilizando unidades muy dañadas y parcialmente reconstituidas en operaciones, hecho que provocará ganancias limitadas a un gran coste. Según algunas fuentes, sin embargo, los responsables de las unidades que habían operado hasta ahora en los alrededores de Kyiv se estarían negando a destinar a sus tropas al este del país, previsiblemente por la baja moral y la fatiga después de meses fuera de casa. Ahora bien, probablemente los rusos obtendrán victorias y pueden atrapar o desgastar las fuerzas ucranianas para asegurarse gran parte de las provincias de Donetsk y Lugansk, alerta el ISW.