Con el avance de las negociaciones de adhesión de países como Montenegro, Albania y Moldavia, la atención se centra especialmente sobre Ucrania, que reclama con insistencia que los líderes de la Unión Europea se pongan de acuerdo pese a la obstrucción de un estado miembro clave. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha vuelto a instar a la UE a “encontrar camino” ante el bloqueo de la negociación por parte de Viktor Orbán en Hungría.

En su último informe, la Comisión Europea afirma que “se espera que Ucrania cumpla las condiciones para abrir los tres grupos restantes de capítulos y trabaja para que el Consejo pueda tomar la decisión de abrirlos todos antes de finales de año”. También recuerda que está comprometida con el objetivo ambicioso de lograr el cierre de las negociaciones de adhesión para 2028, siempre que “se acelere el ritmo de reformas, especialmente en lo que respecta a los fundamentos, en particular el Estado de Derecho”.

Ucrania contra la corrupción

El informe subraya que “en medio de los retos causados por la guerra de agresión de Rusia, Ucrania ha demostrado un fuerte compromiso con su camino hacia la UE, avanzando en reformas clave, aunque es necesario un progreso continuado y firme en la lucha contra la corrupción”. Además, añade que los pasos ya dados -desde el fortalecimiento de las medidas anticorrupción hasta la mejora de la administración pública- “están sentando las bases para la recuperación y abriendo espacio a una mayor participación privada”.

A pesar de este reconocimiento, el documento detalla que “se han detectado elementos de notable preocupación, especialmente en lo que respecta a garantizar un marco anticorrupción robusto e independiente” y que el progreso en este ámbito ha sido “limitadísimo durante el último año”. Se hace referencia específica a la reforma del verano anterior, que se revirtió tras protestas domésticas y presiones internacionales: aquella propuesta hubiera “desmantelado salvaguardas importantes” para las agencias anticorrupción y "hubiera debilitado gravemente" el marco anticorrupción de Ucrania. El informe alerta de que “iniciativas legislativas presentadas como protección de negocios o seguridad nacional pusieron en peligro la lucha contra la corrupción, incluyendo la limitación de la transparencia de los registros públicos y de la responsabilidad penal por corrupción”.

La línea roja de la UE

En respuesta a preguntas de los diputados europeos, la comisaria de Ampliación, Marta Kos, ha intentado marcar un equilibrio. Ha insistido en que la corrupción sigue siendo “una línea roja” para la UE, pero también expresó su “admiración” por el progreso general de Kyiv. Ante la frustración ucraniana por el parón formal que provoca Hungría, Kos declaró que durante su reciente visita a Ucrania “dijo a los ucranianos: no necesitáis a Orbán para hacer las reformas necesarias, y nosotros os podemos ayudar”.

Como siempre en la ampliación de la UE, tanto la evaluación técnica como la voluntad política importarán de cara al futuro proceso de adhesión. Ucrania ha recorrido un camino notable hasta aquí, pero el contexto sigue siendo complejo: debe combatir la desconfianza interna, superar el obstruccionismo externo y demostrar que las reformas se mantienen firmes, sobre todo en el ámbito del estado de derecho y la transparencia. El tiempo y la política marcarán si el objetivo de 2028 se convierte en realidad.