ÚLTIMA HORA: Sigue el minuto a minuto del conflicto Rusia - Ucrania

El Parlamento de la república exsoviética de Moldavia declaró este jueves el estado de emergencia por un periodo de 60 días, en respuesta a la invasión militar de la vecina Ucrania por parte de Rusia. El estado de emergencia da poderes excepcionales al gobierno para controlar el espacio aéreo y expulsar del país a aquellos que representen una amenaza para la seguridad nacional, así como evacuar por la fuerza lugares en situación de peligro y "prohibir manifestaciones públicas y otras acciones de masas". Moldavia se constituyó como Estado independiente a principios de la década de 1990, después de una guerra contra los separatistas secundados por Moscú en el enclave rebelde conocido como "Transnistria", una república en territorio moldavo donde Rusia tiene desplegados permanentemente unos 2.000 soldados. Con unos tres millones de habitantes y un ejército insignificante, son conscientes de que están al servicio de Moscú y analistas locales temen que Rusia active a sus soldados en Transnistria para dar apoyo a la invasión de Ucrania.

Preocupación por Moldavia

La diplomacia francesa ha puesto sobre la mesa el temor a que, después de Ucrania, Putin tenga la intención de invadir Moldavia y Georgia. El ministro francés de Exteriores, Jean-Yves Le Drian, no ha desconfiado al calificar al presidente ruso de "belicista" y ha mostrado su preocupación por lo "que pueda pasar después". Ucrania, por su parte, va mucho más allá al asegurar que las pretensiones de Putin pasan por bloquear Kiev y crear un corredor terrestre en la anexionada península de Crimea y la región separatista de Transnistria, en Moldavia. "Con este objetivo, se han introducido paracaídas tácticos; hasta 200 soldados rusos han desembarcado en el aeródromo de Hostomel" a 35 kilómetros de Kiev, ha informado el Ejército.

A pesar de la preocupación por Moldavia, el ministro francés se ha mostrado convencido de que las sanciones decididas por los occidentales darán sus frutos. "Creo que Putin no ha calculado la amplitud de las sanciones, que buscan asfixiar el funcionamiento de Rusia, el corazón de su dispositivo financiero y tecnológico," ha señalado. Ha asegurado que se trata de medidas "espectaculares, nunca vistas hasta ahora" y las ha considerado muy por encima de las que se tomaron cuando en 2014 Rusia se anexionó a Crimea. Por otra parte, Le Drian ha asegurado que la seguridad personal del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, está "en cuestión" y ha ofrecido la ayuda de su país "si fuera necesario". "La seguridad del presidente Zelenski es un elemento central en estos momentos, estamos en situación de ayudarlo si fuera necesario. Es importante que mantenga su lugar", ha asegurado Le Drian, que está dispuesto a "tomar las medidas que se precisen" para preservar su integridad.

Refugiados

Cerca de 16.000 ciudadanos de Ucrania han llegado a Moldavia desde el estallido de la guerra, 315 de ellos han pedido concederles asilo, según ha informado a la ministra de Interior moldava, Ana Revenko. Desde la declaración del estado de emergencia este jueves, en Moldavia se han abierto dos centros de alojamiento de refugiados procedentes de Ucrania. En estos centros se encuentran en torno a 170 personas, unas 3.100 salieron de Moldavia a Rumania, 300 volvieron a Ucrania y las otras han afirmado que se quedarán en casas de familiares o buscarán un lugar donde vivir por su cuenta.

Georgia es el otro territorio que preocupa a Europa. Aunque, su primer ministro, Irakli Garibashvili, ha anunciado este viernes que Tiflis no se sumará a las sanciones internacionales contra Rusia por su invasión de Ucrania y ha argumentado que la decisión tiene en cuenta "los intereses nacionales" del país. "Quiero decir de manera clara y sin ambigüedades que, teniendo en cuenta nuestros intereses nacionales y los intereses del pueblo, Georgia no planea participar en las sanciones financieras y económicas (contra Rusia), dado que solo dañarían más en nuestro país y nuestra población", ha explicado. Garibashvili ha incidido en que Georgia "no está bajo ningún peligro" por la invasión de Ucrania. Asimismo, ha rechazado convocar una reunión del Consejo de Seguridad Nacional y ha acusado la oposición de ser "irresponsable" e "intentar crear provocaciones y repetir el infortunio de la guerra entre Rusia y Georgia en 2008". El primer ministro ha enaltecido además la "política pragmática" del gubernamental "sueño georgiano" hacia Rusia.