El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cierra filas de nuevo con Ucrania. Pocos días después de que el Pentágono decidiera interrumpir las entregas de armamento en el país por, aparentemente, una falta importante de material, el inquilino de la Casa Blanca ha anunciado este lunes que los envíos se reanudarán. En una comparecencia conjunta con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, Trump ha justificado la decisión diciendo que "es necesario hacer frente a la brutal oleada de ataques rusos de las últimas semanas". Esta vez, el comentario de Trump no ha sido una de sus habituales declaraciones que no llegan a ningún sitio. Pocas horas después, el Pentágono lo ha confirmado en un comunicado oficial en que se leía que, por orden del presidente, del Departamento de Defensa "enviará armas defensivas adicionales para garantizar la defensa de los ucranianos". Mientras tanto, dicen, siguen trabajando para "alcanzar una paz duradera y garantizar el fin de las matanzas".

En las últimas semanas, la escalada de violencia ha sido intensa en suelo ucraniano. Más de 1.200 drones, 40 misiles y 1.000 bombas planeadoras fueron lanzadas por Rusia, provocando la muerte de 11 civiles e hiriendo otros 80. Esta oleada de ataques sucedió poco después de que Pete Hegseth, el secretario de Defensa norteamericano, decidiera dejar de enviar los misiles que permitían a Kiev interceptar gran parte de los ataques del Kremlin. Hace tan solo unas semanas, Washington se vio obligado a utilizar el mayor número de misiles Patriot de su historia para defenderse de los ataques que Irán lanzó contra bases norteamericanas en el Golfo Pérsico, ofensiva orquestada como represalia por los bombardeos en sus instalaciones nucleares. Hegseth argumentó que, a causa de esto, el arsenal norteamericano sufría problemas de stock, y cesó la ayuda militar a Ucrania.

Ahora, sin embargo, Trump ha deshecho esta medida: "Enviaremos más armas, ya que necesitan poder defenderse", ha expresado el presidente, poniendo énfasis en el difícil momento que vive el ejército ucraniano. También ha tenido palabras para las víctimas civiles: "Tenemos que hacerlo porque mucha gente está muriendo y es un desastre. Y si yo puedo detener eso... Tienen padres, hermanos y hermanas". Como es habitual, Trump no ha podido evitar vanagloriarse de su función pacificadora, y ha acabado su declaración recordando que "estoy deteniendo las guerras porque detesto ver morir a la gente".

Trump, profundamente decepcionado con Putin

Además, Trump también ha aprovechado la declaración en la Casa Blanca para cargar contra Vladímir Putin, quien ahora parece haber perdido el favor del norteamericano. "Estoy francamente decepcionado con el presidente Putin, ya que no ha detenido la guerra. Es horrible, horrible. No estoy nada contento con Putin". Hace unos días, el republicano mantuvo una conversación telefónica con el presidente ruso, e intentó, sin éxito, poner sobre la mesa el fin del conflicto. Putin aseguró, convencido, que cumpliría con sus objetivos en Ucrania.

A pesar del anuncio de Trump, el envío del equipamiento bélico todavía se encuentra parado. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se ha mostrado optimista por primera vez en mucho tiempo con el papel de la administración republicana en el conflicto, a pesar de los desastrosos episodios del pasado que tensaron las relaciones entre Washington y Kiev. Estados Unidos ha sido el mayor proveedor de ayuda militar a Ucrania desde el inicio del conflicto, suministrando sistemas de defensa aérea, drones, lanzacohetes, radares, tanques y sistemas antiblindaje. Sea como sea, tal como ha recordado recientemente el secretario general de la OTAN, Moscú todavía produce en un trimestre la misma cantidad de munición que la Alianza euroatlántica en todo un año.