El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha recibido este lunes en la Casa Blanca al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, para una cena privada en la que han abordado un posible acuerdo de alto el fuego de 60 días en la Franja de Gaza. Se trata del tercer encuentro entre ambos mandatarios en lo que va de 2025 y se produce mientras delegaciones de Israel y Hamás negocian en Qatar los detalles de la más reciente propuesta de tregua y liberación de rehenes impulsada por Washington. Durante su visita, Netanyahu ha aprovechado para anunciar que ha nominado a Trump para el Premio Nobel de la Paz.

Antes del encuentro, Netanyahu ha mantenido reuniones por separado en la Casa Blair —residencia oficial para mandatarios extranjeros— con el secretario de Estado, Marco Rubio, y con el enviado especial de Trump para Oriente Medio, Steve Witkoff. Mientras el primer ministro israelí llegaba a la Casa Blanca, un grupo de manifestantes se ha congregado fuera del perímetro de seguridad con banderas palestinas y pancartas reprochándole cometer genocidio en Gaza.

La propuesta de tregua sobre la mesa, ideada por Witkoff, contempla una tregua de 60 días en la ofensiva israelí, durante la cual Hamás liberaría a 10 rehenes vivos y devolvería a 18 muertos que permanecen en Gaza, a cambio de prisioneros palestinos en cárceles israelíes, cuyo número varía según qué cautivos son liberados. Trump ha querido aprovechar el impulso generado por la reciente tregua entre Israel e Irán para lograr un acuerdo similar en Gaza, y ha afirmado que le gustaría ver un pacto firmado esta misma semana.

De acuerdo con estimaciones de las autoridades israelíes, en la Franja quedan 50 rehenes, de los cuales al menos 20 seguirían con vida. Israel ya habría aceptado las condiciones de la tregua, mientras que los islamistas palestinos han planteado algunas enmiendas que el Gobierno de Netanyahu considera “inaceptables”. Durante el periodo de 60 días de tregua, Israel y Hamás deberían negociar los términos para un final definitivo del conflicto, aunque las posturas siguen muy distantes. Israel insiste en que el fin de la guerra debe incluir la desaparición de Hamás, y ha propuesto confinar a la población gazatí en una ciudad del sur del enclave, mientras que los islamistas exigen la retirada total de las fuerzas israelíes de Gaza.

Asimismo, ambos mandatarios siguen convencidos del controvertido plan para desplazar a los palestinos de su casa, meses después de haber propuesto el mandatario y magnate inmobiliario expulsarlos y convertir Gaza en una ribera turística de lujo, una propuesta que las Naciones Unidas han denunciado. Netanyahu ha afirmado este martes que está "cerca de encontrar a varios países" dispuestos a acoger a palestinos que deseen abandonar la Franja de Gaza, mientras que Trump ha confirmado que hay una gran "cooperación" en ese sentido. Netanyahu ha sido breve: "Si la gente quiere quedarse, puede quedarse, pero si quiere irse, debe poder hacerlo". "Algo bueno ocurrirá", ha apuntado por su parte el mandatario estadounidense, que ha asegurado que ha encontrado "una gran cooperación" por parte de los países vecinos.

Trump, ¿Nobel de la Paz 2025?

Y aun con dicho plan en vigor, Netanyahu ha anunciado este martes la nominación de Trump para el Premio Nobel de la Paz. El primer ministro israelí ha elogiado los esfuerzos de Trump por promover la paz "en muchos países, pero especialmente en Oriente Medio". "Es bien merecido y deberías recibirlo", ha añadido Netanyahu en referencia al galardón. El anuncio ha sorprendido a Trump, quien ha agradecido el gesto: "Viniendo de ti, es muy significativo".

La candidatura de Trump para el Nobel de la Paz 2025 ya ha sido presentada en dos ocasiones: primero por el gobierno pakistaní, el 21 de junio, en reconocimiento a la tregua que impulsó entre India y Pakistán, y posteriormente por el congresista estadounidense Buddy Carter, quien envió una carta de nominación a Oslo el pasado martes 24. De acuerdo con los estatutos del comité Nobel, pueden presentar candidaturas los miembros de asambleas nacionales y los gobiernos de Estados soberanos. Trump, que ha prometido poner fin a la guerra de Ucrania, ha expresado en varias ocasiones su deseo de obtener el Nobel de la Paz, asegurando que lo merece tanto o más que Barack Obama, quien lo recibió en 2009.