El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, suma otra decisión polémica a su ya extensa colección. El mandatario norteamericano, que en más de una ocasión ha verbalizado su intención de ganar el premio Nobel de la Paz, ha decidido cambiar el nombre del Departamento de Defensa: pasará a ser el Departamento de Guerra. Este viernes, Trump ha firmado una orden ejecutiva autorizando el cambio de nombre, según ha adelantado la Casa Blanca.

Este no es un nombre nuevo, ya que en Estados Unidos el Departamento de Defensa fue el de Guerra durante más de 150 años, y no pasó a llamarse como se ha llamado hasta ahora hasta poco después de la Segunda Guerra Mundial. Donald Trump ya había manifestado la intención de volver al nombre antiguo del departamento y el pasado mes de agosto llegó a decir que de Guerra "sonaba mejor". Esta medida busca dar una imagen al mundo de unas Fuerzas Armadas norteamericanas más agresivas y poderosas.

"Le llamaremos Departamento de Defensa, pero entre nosotros, creo que le cambiaré el nombre", declaró a los periodistas en el Despacho Oval la semana pasada. "Ganamos la Primera Guerra Mundial, ganamos la segunda. Entonces se llamaba Departamento de Guerra y para mí eso es lo que es de verdad. Defensa es una parte, pero tengo la sensación que lo cambiaremos", anticipaba.

Un cambio de nombre en un momento de mucha tensión

El cambio de nombre llega en un momento de máxima tensión con Venezuela. El régimen de Nicolás Maduro ha advertido que podría declararse "en lucha armada" si Washington pone en riesgo sus aguas y, por primera vez en su historia, ha decidido llamar a filas a los reservistas.

La orden de cambio de nombre permitirá al secretario de Defensa, Pete Hegseth, y a otros altos cargos, utilizar títulos como "secretario de Guerra" o "subsecretario de Guerra" en su comunicación oficial. Además, ha encargado a Hegseth que prepare iniciativas legislativas y ejecutivas para hacer permanente este cambio.

Trump y los cambios de nombre

Desde que volvió a la presidencia en enero, Trump ha impulsado varios cambios de nombre en instituciones y lugares, incluyendo el golfo de México, y ha promovido la recuperación de denominaciones originales de bases militares modificadas a raíz de las protestas por justicia racial. Aunque los cambios oficiales de departamentos necesitan la aprobación del Congreso, los republicanos, que controlan por un margen ajustado ambas cámaras, han mostrado poca resistencia.

El "Departamento de Guerra" existió formalmente hasta 1949, cuando, después de la Segunda Guerra Mundial, fue renombrado como "Departamento de Defensa" para reflejar una estrategia más preventiva en plena era nuclear. Volver ahora a la denominación anterior implicaría un gasto considerable, ya que habría que actualizar señalización y documentación en todas las instalaciones militares globales.