El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha dado instrucciones para que en el lugar que corresponde a Joe Biden dentro de la galería oficial de presidentes de la Casa Blanca se cuelgue únicamente la imagen de una firma hecha con un bolígrafo automático, conocido como autopen. Esta decisión, captada en varias fotografías difundidas el miércoles por miembros de la oficina presidencial, es el último episodio en la campaña de burlas y ataques de Trump contra Biden.
Trump hace tiempo que acusa a su predecesor de no saber realmente qué estaba rubricando durante su mandato y de haber delegado en sus colaboradores la firma de documentos relevantes, realizada —según él— con la ayuda de este instrumento mecánico. El demócrata, sin embargo, siempre lo ha negado.
La Casa Blanca ha compartido en sus redes oficiales, Instagram y X, dos fotografías de la galería formada por los 47 presidentes del país, ubicada en el pasillo de columnas que conduce hacia el Despacho Oval y que se puede ver desde el jardín de Rosas de la residencia presidencial. En las imágenes se aprecia, por una parte, a Trump contemplando su propio retrato, colocado al final de la larga sucesión de marcos dorados —su color favorito—, y de la otra, una instantánea donde destaca la firma automática atribuida a Biden.
Una provocación mediática
Margo Martin, una de las asistentes de prensa de la Casa Blanca, ha difundido además un vídeo donde se muestra la galería entera. Las publicaciones, acompañadas del texto en mayúsculas "NUEVO EN LA CASA BLANCA", dejan clara la voluntad de Trump de convertir este gesto en una provocación mediática.
El mismo Trump ya había advertido a principios de septiembre de lo que llamaba "Muro de la Fama Presidencial", adelantando que sería "muy polémico". Unos meses antes, en junio, había ordenado investigar el uso del autopen durante el periodo de Biden en la Casa Blanca. Tanto él como algunos legisladores republicanos sostienen que los trabajadores del expresidente firmaban con esta herramienta para ocultar el supuesto "deterioro cognitivo" del demócrata.
Biden, que tiene 82 años y a quien se le diagnosticó un cáncer de próstata en estado "agresivo", salió al paso de estas acusaciones con firmeza: "Que quede claro: durante mi Presidencia tomé todas las decisiones. Las tomé yo sobre indultos, órdenes ejecutivas, leyes y proclamaciones. Cualquier insinuación que no fuera así es absurda y absolutamente falsa". A pesar de esta defensa, la jugada de Trump de sustituir simbólicamente Biden por una firma mecánica en la Casa Blanca se ha convertido en una nueva arma política cargada de ironía y provocación.