El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha elevado el tono este martes al hablar de sus planes de guerra con Venezuela y ha advertido de que la lucha contra el narcotráfico incluye ahora perpetrar ataques terrestres si es necesario. Trump ha asegurado que los narcotraficantes no merecen ninguna compasión y que están dispuestos a liquidarlos: "Acabaremos con estos hijos de puta". Estas declaraciones las hace cuando los ataques contra supuestas narcolanchas venezolanas hayan causado decenas de muertos las últimas semanas. Algunas muertes están generando polémica dentro de los EE. UU. porque las víctimas son personas a quienes no se les respeta la presunción de inocencia y no se han podido defender. Además, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, se ve inmerso en una controversia porque lo acusan de haber ordenado un segundo ataque contra una lancha para rematar a unos presuntos narcotraficantes. Hegseth ha negado que su intención fuera rematar a personas heridas.
"En tierra es mucho más fácil. Conocemos las rutas que toman. Lo sabemos todo sobre ellos. Sabemos dónde viven. Sabemos dónde viven los malos. Y vamos a empezar con eso también muy pronto", ha explicado Trump durante una rueda de prensa tras una reunión con su gabinete en la Casa Blanca. El mandatario ya advirtió la semana pasada que sus Fuerzas Armadas actuarán "muy pronto" en tierra contra supuestos narcotraficantes venezolanos y anunció a pilotos y aerolíneas que deben considerar el espacio aéreo venezolano "cerrado en su totalidad".
Un ataque en territorio venezolano se enmarcaría en la operación bautizada por el Pentágono como Lanza del Sur y que hasta ahora ha destruido a una veintena de embarcaciones en el Caribe y el Pacífico, matando extrajudicialmente a más de 80 supuestos narcotraficantes. Según el diario The Washington Post, en el primero de esos ataques, ejecutado el pasado 2 de septiembre, se llevó a cabo un segundo bombardeo ordenado supuestamente por el secretario de Defensa Pete Hegseth, para matar a dos supervivientes, una acción que podría ser investigada como crimen de guerra.
Salvar "miles de vidas"
Preguntado por este tema, Trump ha reiterado que no tiene información al respecto, que confía en Hegseth y que ha escuchado que el almirante al mando de la operación, Frank Bradley, "es una persona extraordinaria". Trump ha añadido además que la destrucción de lanchas supuestamente cargadas con drogas ha salvado "miles de vidas" en Estados Unidos. Por su parte, Hegseth ha manifestado que no vio supervivientes al monitorear al ataque y ha criticado a la prensa por difundir información que "no se basa en la verdad". Tanto la Casa Blanca como el Pentágono han insistido en que todos los ataques son completamente legales y han mostrado su confianza en el trabajo de Bradley.
