Un nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) revela que hay un 80% de posibilidades de que se bata como mínimo un nuevo récord anual de temperatura global en los próximos cinco años. Esta previsión incrementa los temores con respecto a fenómenos meteorológicos extremos como sequías, inundaciones e incendios forestales, agravando los riesgos para la salud humana, las economías y los ecosistemas.

Las temperaturas suben más deprisa del previsto

El documento también destaca, por primera vez, que existe una pequeña probabilidad (1%) de que antes del 2030 se registre un año con una temperatura 2 °C superior a los niveles preindustriales. Aunque esta probabilidad es baja, los científicos la consideran “impactante”, ya que hasta hace poco se creía que este escenario era imposible en un plazo tan corto.

El informe sintetiza datos de 220 modelos climáticos de 15 instituciones de todo el mundo, incluidas el Met Office británico, el Barcelona Supercomputing Center, el Canadian Centre for Climate Modelling and Analysis y el Deutscher Wetterdienst alemán. Estos modelos combinan observaciones meteorológicas de corto plazo con proyecciones climáticas a medio plazo.

Según las previsiones, hay un 70% de posibilidades de que la media del calentamiento global entre 2025 y 2029 supere los 1,5 °C con respecto a los niveles preindustriales. Este umbral marca el límite más ambicioso fijado por el Acuerdo de París, aunque este se basa en medias de 20 años. Además, la probabilidad de que este umbral de 1,5 °C se supere en al menos un año durante el próximo quinquenio es ahora del 86%, muy superior al 40% estimado en el año 2020.

En el 2024, ya se superó este límite

El año 2024 ya se superó este límite de forma anual por primera vez, un hecho que hasta hace una década se consideraba muy poco probable. Además, el informe prevé que el 2025 será probablemente uno de los tres años más calurosos nunca registrados.

Los impactos del calentamiento no serán uniformes. El Ártico experimentará inviernos 3,5 veces más cálidos que la media global, a causa del deshielo del hielo marino. La Amazonia sufrirá más sequías, mientras que regiones como el sur de Asia, el Sahel africano y el norte de Europa, incluyendo el Reino Unido, recibirán más precipitaciones.

A pesar de este panorama preocupante, los científicos insisten en que todavía es posible evitar los peores escenarios si se reducen drásticamente las emisiones de combustibles fósiles. Chris Hewitt, director de servicios climáticos de la OMM, afirma: “Todavía podemos actuar. Los 1,5 °C no son inevitables”. La comunidad científica subraya que hay que actuar con urgencia y determinación para garantizar un futuro climático habitable. La ventana de oportunidad todavía está abierta, pero se está cerrando rápidamente.