El 30 de diciembre marcará el final de una era en Dinamarca, será el último día en que el servicio postal público del país entregará cartas físicas, poniendo punto final a más de 400 años de historia. El anuncio, hecho por la empresa PostNord, responde a la caída drástica en el uso del correo tradicional y a la digitalización casi total de la sociedad danesa. La pregunta que muchos daneses se hacen ahora es cómo podrán seguir haciendo uso del servicio físico tradicional. Pues bien, la gestión de paquetería continuará activa a través de la misma compañía, pero la entrega de cartas quedará a partir de ahora en manos de la empresa privada Dao, que aplicará condiciones logísticas y tarifarias diferentes. Según recoge Smithsonian Magazine, la reducción de la demanda ha sido determinante: desde el año 2000, el número de cartas enviadas anualmente ha pasado de 1.400 millones a menos de 200 millones, una caída superior al 90%.
“Hemos sido el servicio postal de los daneses durante 400 años, y por eso es una decisión difícil cerrar esta parte de nuestra historia. Los daneses se han vuelto cada vez más digitales, lo que significa que quedan muy pocas cartas que gestionar y la tendencia continúa acentuándose hasta el punto de que el mercado de cartas ya no resulta rentable”, ha afirmado Kim Pedersen, director ejecutivo de la división danesa de PostNord. Uno de los elementos clave de esta transformación ha sido el sistema de identificación digital MitID, que, según The Guardian, utiliza el 97% de la población danesa mayor de 15 años para trámites oficiales, bancarios y médicos. Esta herramienta ha sustituido prácticamente la necesidad de correspondencia física, haciendo que la digitalización haya alcanzado cotas casi absolutas en el país.
El impacto de la medida ha tenido consecuencias tanto en el ámbito laboral como en el paisaje urbano. PostNord ha suprimido 1.500 puestos de trabajo y ha iniciado la retirada de las emblemáticas buzones rojos —1.500 en total—, que durante décadas han formado parte del mobiliario de las calles danesas. La venta de estos buzones ha generado una demanda inesperada, ya que en solo tres horas se agotaron 1.000 unidades, con precios de hasta 270 euros para las que se encontraban en mejor estado y de 200 para las más deterioradas. Está previsto que en 2026 se subasten 200 unidades adicionales. Paralelamente, la empresa ha anunciado que reembolsará los sellos daneses no utilizados por un período limitado, aunque no se ha especificado la fecha límite para hacerlo
A partir del 1 de enero, los usuarios deberán llevar la correspondencia a una de las tiendas autorizadas o pagar un suplemento si optan por la recogida a domicilio. Además, el franqueo se gestionará de manera digital. Dao prevé aumentar su volumen anual de envíos de 30 a 80 millones de cartas, cubriendo el vacío dejado por el operador estatal. La legislación danesa establece que siempre debe haber una alternativa disponible para garantizar el servicio postal. En caso de que Dao interrumpiera la actividad, el gobierno estará obligado a designar un nuevo proveedor. Así pues, los daneses podrán continuar enviando y recibiendo cartas, aunque a través de canales diferentes de los tradicionales.