La salud del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, vuelve a estar en el punto de mira después de sus últimas apariciones públicas. Durante la visita del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, a la Casa Blanca, periodistas y fotógrafos presentes se han fijado en un pequeño detalle que no pasó desapercibido: el presidente de EE.UU. lucía en su mano derecha una gruesa capa de maquillaje líquido que, a la vista de las cámaras, era bastante visible. Solo unos días más tarde, durante una reunión en la Casa Blanca con el presidente de Corea del Sur, Lee Jae-myung, llamó la atención una mancha oscura en el centro de la mano.
Ante el alud de especulaciones, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, en declaraciones en el Mirror, defendió que "es una leve irritación de los tejidos blandos causada por el apretón de manos frecuente y el uso de aspirina, que se toma como parte de un tratamiento de prevención cardiovascular". Leavitt concluyó que el presidente tiene "excelente salud" y que "no se identificaron signos de insuficiencia cardiaca, insuficiencia renal ni enfermedad sistémica". En esta línea se manifiestan los expertos, que descartan que la mancha tenga ninguna gravedad, pero apuntan que se podría deber a algún problema de salud vascular.
Yikes. The American people deserve answers about what's going on with Trump's hand. pic.twitter.com/VBPJH5vI5u
— Republicanos against Trump (@RpsAgainstTrump) Augusto 25, 2025
Los rumores sobre la salud de Trump
Las primeras alertas sobre el estado de salud de Trump, de 79 años, empezaron durante la final del Mundial de Clubes en Nueva Jersey el 13 de julio, donde Trump apareció con los dos tobillos aparentemente muy inflados. La hinchazón de las piernas y los hematomas hicieron especular que el presidente podría sufrir una enfermedad no revelada públicamente. El pasado mes de julio, la Casa Blanca hizo público un informe médico en el cual se apuntaba que Trump había sido sometido en diferentes exámenes de salud que concluyeron que sufría insuficiencia venosa crónica. Aunque, según destaca el informe, el mandatario no tenía signos de insuficiencia cardiaca, insuficiencia renal ni enfermedades sistémicas. La afección venosa descubierta en el examen se denomina insuficiencia venosa crónica, una afección que se produce cuando las venas de las piernas tienen problemas para abombar sangre al corazón, provocando su acumulación en las extremidades inferiores, que pueden hincharse. Esta afección se considera común, especialmente en personas de más de 70 años.
Al principio del mes de agosto, en una rueda de prensa, se le preguntó a Leavitt cómo era tratado el presidente por la insuficiencia venosa crónica que le diagnosticaron en julio. Se le preguntó si el médico de Trump estaría disponible para responder cuestiones sobre su estado. Leavitt respondió: "No quiero asumir este compromiso en nombre del médico, pero sin duda es algo que podemos analizar y explorar en un esfuerzo de transparencia, porque a diferencia de la anterior Casa Blanca, no hay nada que ocultar". La portavoz de la Casa Blanca dijo que el presidente Trump es visto "literalmente 24 horas al día, siete días a la semana, todo el tiempo" y dijo que buscaría una respuesta.
Las imágenes de Trump no dejan claro si se trata de manchas cutáneas que se producen en algunas personas con edad avanzada, o por la acumulación de sangre bajo la piel, es decir, un hematoma. Según los expertos, si es un hematoma, la sangre acabará diluyéndose y la mancha desaparecerá. En cambio, si se trata de una mancha producida por la edad, se quedará.