La religiosa Sarah Mullally ha sido nombrada como arzobispa de Canterbury, siendo la primera mujer en la historia en asumir el liderazgo espiritual de la Iglesia anglicana. Mullally, que será oficialmente confirmada en el puesto el próximo enero, sustituirá a Justin Welby, quien anunció su dimisión en noviembre de 2024 tras las críticas por su gestión de un caso de abusos sexuales a menores. El nombramiento de Mullally lo ha anunciado el Gobierno británico este viernes, previa a aprobación del rey Carlos III, quien tiene el título simbólico de gobernador supremo de la Iglesia de Inglaterra.

La elección de Mullally como cabeza espiritual de la iglesia anglicana surge de un proceso de selección dirigido por la Comisión de Nominaciones de la Corona, que realiza consultas públicas con la participación de representantes de la Iglesia de Inglaterra y de la comunión anglicana. Formalmente, será confirmado en enero de 2026 por el Colegio de Cánones de la Catedral de Canterbury, en el sureste inglés.

La elección de Mullally supone un hito histórico tras los avances en la inclusión femenina en la Iglesia de Inglaterra, que empezó a ordenar a mujeres sacerdotes en 1994 y obispas en 2015. Ahora, la nueva arzobispa de Canterbury será la líder espiritual de 95 millones de creyentes en 165 países del mundo. Su predecesor en el alto cargo religioso, Justin Welby, se vio forzado a la renuncia, que se hizo efectiva en enero de este año después de que un informe interno revelara que, al asumir el cargo en 2013, no informó a la Policía de los repetidos abusos cometidos por el abogado John Smyth en campamentos cristianos durante las décadas de 1970 y 1980.

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Sarah Mullally en la despedida a Isabel II en la catedral de San Pablo / Europa Press

En las que son sus primeras declaraciones desde el anuncio del nombramiento, Sarah Mullally ha aseverado este viernes en un discurso desde la Catedral de Canterbury que en un momento en el cual hay una "profunda incertidumbre global" y se tiende a búsqueda "la certeza y el tribalismo", la Iglesia anglicana ofrece "algo más tranquilo y más fuerte". Mullally también ha hablado de los abusos a la Iglesia, el motivo por el cual cayó su predecesor, y ha admitido que abordar la cuestión "no será fácil", pero se ha comprometido a escuchar los supervivientes y los más vulnerables.

En referencia al ataque a una sinagoga en Manchester este jueves, el arzobispo también ha aseverado que "no se puede permitir que el odio y el racismo de cualquier tipo nos desgarren". También ha expresado su apoyo a la comunidad judía "contra el antisemitismo". Así mismo, ha pedido "esperanza" por quien sufren la guerra y la pobreza y ha mencionado los "nuestros hermanos palestinos". Finalmente, Mullally ha hecho una referencia al hecho que es la primera mujer a ocupar el cargo y ha agradecido las mujeres que lo han precedido en lugares de liderazgo por la "inspiración". "No siempre haré las cosas bien. Por favor, recen por mí, como yo lo hago por vosotros", ha resuelto.

Enfermera antes que sacerdotisa

Nacida en Woking en 1962 y cristiana practicante desde los 16 años, antes de su ordenación religiosa, Mullally fue enfermera oncológica en el sistema de salud británico. Un trabajo que la ahora arzobispa describió como "una oportunidad de reflejar el amor de Dios" y que ejerció en el Hospital Westminster. Después fue directora de enfermería del Hospital Chelsea y Westminster. Y en 1999, con 37 años, fue nombrada directora nacional de enfermería del Gobierno para la región de Inglaterra, siendo la mujer más joven en ocupar el cargo. En 2005, Mullally fue nombrada Dama Comandante del Imperio Británico en reconocimiento a su trayectoria como enfermera.

Sin embargo, mientras aún ejercía como enfermera, la ahora arzobispo más importante de la Iglesia Anglicana fue ordenada sacerdotisa en 2001. En 2004 dejó su alto cargo en el Departamento de Salud británico para trabajar como tesorera en la Catedral de Salisbury, paso que describe como "la decisión más importante" que ha tomado. Tres años más tarde asumió el cargo de obispa en la diócesis de Exeter, convirtiéndose en la cuarta mujer obispa de la iglesia anglicana. Consagrada en la Catedral de Canterbury, en 2018 fue nombrada la 133 obispa de Londres en la Catedral de San Pablo, siendo la primera mujer en llegar a dicho cargo. Ahora, el siguiente paso es el liderazgo espiritual del anglicanismo como arzobispa de Canterbury. Además, Sarah Mullally cuenta con un escaño en la Cámara de los Lores como miembro de la Orden Espiritual de los Lores.

Casada, con dos hijos y disléxica

En el plano personal, la obispa Sarah Mullally está casada con Eamonn, un arquitecto informático y empresario nacido en Irlanda que disfruta de la apicultura y trabaja como guía turístico voluntario en Londres. La pareja tiene dos hijos adultos, Liam y Grace. Mullally ha hablado abiertamente sobre su dislexia, describiendo sus dificultades para escribir y leer. Y en su tiempo libre, le encanta cocinar, caminar y la cerámica, según refleja su perfil oficial en la web del Arzobispado de Canterbury.