La invasión a gran escala que Rusia protagoniza desde el 24 de febrero del 2022 en Ucrania, llevó consecuencias graves para el país. También en forma de sanciones. Y parece que cada vez son más los problemas derivados de los diferentes bloqueos que sufre el país. En este sentido, tal como expone en un hilo de Twitter el investigador militar y usuario @ChrisO_wiki, citando el diario ruso Novaya Gazeta, las sanciones están afectando también a la industria aérea rusa. Y es que está haciendo que haya mal funcionamiento de diferentes aparatos y también aterrizajes de emergencia a consecuencia de una falta de mantenimiento y apoyo técnico y una escasez aguda de piezas de recambio. Se dice que la seguridad se está deteriorando gradualmente.

De esta manera, el diario constata que las sanciones han tenido efectos drásticos sobre las compañías aéreas rusas que dependen, básicamente, de aviones de fabricación occidental. Tanto el Boeing como el Airbus cortaron el acceso al apoyo técnico y también se detuvo el suministro de recambios.

Algunas piezas de recambio todavía están disponibles, como por ejemplo, ruedas o frenos. Ahora bien, los expertos del sector destacan que estas importaciones, que llegan a través del mercado gris son "muy lentas y cuestan más". Así, las piezas de motor no se pueden importar y, por lo tanto, las compañías rusas tienen que hacer las costosas tareas de mantenimiento.

Eso afecta a los aviones de fabricación rusa como por ejemplo, el Sukhoi Superjet 100 y el MS-21, tal como destaca el usuario de Twitter, que dependen de componentes de fabricación extranjera. Los recambios de filtros de combustibles tampoco llegan. Eso hace que las compañías los laven y esperen que fallen, en vez de sustituirlos.

¿De dónde salen los recambios durante la guerra de Ucrania?

Rusia recibe los recambios para sus aviones, principalmente de los Emiratos Árabes Unidos, China, Turquía o Irán, pero claro está, los tiempos de llegada y suministro son muy diferentes. Tardan muchísimo más en llegar y tienen un coste de entre 3 o 4 veces superior. La cadena de suministros, pues, estaría ahogando Rusia a medida que las sanciones son cada vez más severas.

Según destaca el diario Novaya Gazeta, "los proveedores de recambios han empezado a exigir a las empresas intermediarias de 'países amigos' que indiquen al destinatario final de las piezas de recambio, hasta el número de cola del avión". El diario se refiere a los "países amigos" en Turquía, Emiratos Árabes Unidos, China y Kazajistán.

Putin intentó compensar las sanciones

El gobierno ruso intentó hacer frente a las sanciones destinando unos 172.000 millones de rublos (unos 2.000 millones de euros) del presupuesto federal, de los cuales 100.000 millones (1.200 millones de euros) estaban destinados a subvencionar el transporte interno.

A pesar de los esfuerzos del Kremlin por mitigar la crisis, los números y datos que publica el diario ruso, ha dejado entrever que estas inyecciones de dinero solo han retrasado una inevitable crisis. En este sentido, el mismo rotativo destaca que los aviones que siguen volando han padecido una disminución de fiabilidad.

De esta manera, el diario confiesa haber recibido informes sobre "mal funcionamiento, despresurización, aterrizajes de emergencia" de las compañías "Aeroflot, Rossiya, Pobeda, Azur, UTair y otros". Otro dato es que parece que las sanciones también las notarán los usuarios porque es posible que el coste de los vuelos suba entre un 15 o 30% en vuelos nacionales.

 

Imagen principal: el presidente ruso, Vladímir Putin, visita el parque industrial aéreo de Rudnyovo en Moscú, Rusia / Efe