Si nunca el Kremlin se planteó la invasión de Ucrania como una operación militar rápida, no se podría haber equivocado más. Cinco meses después de que Rusia diera el paso que todo el mundo temía, pero que pocos esperaban que se materializara, la guerra provocada por el Kremlin se ha enquistado y sigue siendo especialmente cruenta. Según calcula el gobierno y las Fuerzas armadas estadounidenses y como ha publicado el The New York Times, se estima que Rusia acumula unas 75.000 bajas desde que empezó la guerra. No todos están muertos, sino que se incluyen los heridos. Todo eso, implica un ejército ruso debilitado.

De acuerdo con la información del NYT, que cita como fuente un legislador que ha mantenido conversaciones con representantes gubernamentales, la cifra supondría que la mitad de los 150.000 efectivos que Rusia llegó a tener desplegados en Ucrania esta primavera habrían sido bajas.

Tendencia desde el inicio de la invasión

Solo 22 días después del inicio de la guerra, las tropas rusas se encontraron con una dura resistencia ucraniana, una resistencia que se tradujo en grandes bajas en muy poco tiempo. Las agencias de inteligencia de los EE. UU. estiman que más de 7.000 soldados rusos murieron en las tres primeras semanas, una cifra que supera a los militares norteamericanos que perdieron la vida a las guerras del Iraq y Afganistán. Por otra parte, el gobierno ucraniano afirmó que en las primeras semanas del conflicto "el ejército ruso está sufriendo pérdidas que no tuvo en Siria ni en Chechenia; que las tropas soviéticas (tuvieron) en Afganistán. Si vuestra guerra, la guerra contra el pueblo ucraniano, continúa, las madres de Rusia perderán a más hijos que en las guerras afganas y chechenas. Por qué lo necesitas"?.

Jersón, en el punto de mira

El Instituto para los Estudios de la Guerra (ISW, en las siglas inglesas) ha informado de que los rusos siguen defendiendo las posiciones ocupadas en el sur de Ucrania y protagonizan asaltos al noroeste de la región de Jersón, limítrofe con la anexionada península de Crimea. Las fuerzas ucranianas han informado por su parte de que han destruido parcialmente un puente en Jersón, considerado clave para los suministros rusos en la ciudad del sur, la única capital de provincia bajo control ruso.

La semana pasada Kyiv ya atacó los tres puentes controlados por Rusia que conducen a Jersón en el marco de una contraofensiva para recuperar los territorios perdidos. Kyiv espera poder liberar "completamente" de los rusos la región de Jersón hacia septiembre.