El nuevo informe del Multilateral Sanctions Monitoring Team (MSMT), un grupo formado por once estados miembros de las Naciones Unidas, revela que Corea del Norte ha suministrado armas y soldados a Rusia durante el último año, contribuyendo significativamente a la capacidad militar de Moscú en su guerra contra Ucrania. Este equipo se creó después de que Rusia forzara la disolución de un anterior panel de la ONU que supervisaba las sanciones contra Pyongyang.
Según el informe, Corea del Norte ha enviado hasta 9 millones de municiones de artillería y armamento solo en 2024. Además, ha desplegado más de 11.000 soldados en 2023 y unos 3.000 más a principios de 2024. También ha facilitado a Rusia lanzadoras de cohetes, vehículos, cañones autopropulsados y al menos 100 misiles balísticos que han sido utilizados para atacar infraestructuras civiles en ciudades como Kyiv y Zaporiyia. Estas acciones, según el informe, han contribuido a la intensificación de los ataques rusos contra objetivos civiles.
¿Qué ha proporcionado Rusia a cambio?
A cambio, Rusia ha proporcionado a Corea del Norte tecnología militar valiosa, incluyendo sistemas de defensa aérea, misiles antiaéreos, equipos de guerra electrónica y petróleo refinado. Además, ha compartido datos técnicos que han ayudado a mejorar la precisión de los misiles norcoreanos. Este intercambio ha permitido a Corea del Norte seguir desarrollando sus programas militares prohibidos por varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, y obtener experiencia práctica en guerra moderna.
Las conclusiones del informe se basan en datos de los Estados miembros participantes, así como fuentes externas como el Open Source Centre (OSC) y Conflict Armament Research (CAR), dos organizaciones con sede en el Reino Unido. Tanto Rusia como Corea del Norte están violando el embargo de armas de la ONU y utilizan redes opacas para evitar las sanciones, según el mismo informe, que prevé que esta cooperación militar continuará a medio plazo.
Los estados que forman parte del MSMT —entre ellos Australia, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Países Bajos, Nueva Zelanda, Corea del Sur, Reino Unido y Estados Unidos— han hecho un llamamiento conjunto a Corea del Norte para que participe en una diplomacia significativa.
Una sólida alianza entre Pyongyang y Moscú
Mientras tanto, los gobiernos occidentales expresan una creciente preocupación por lo que parece una alianza estratégica cada vez más sólida entre Rusia y Corea del Norte. Los EE. UU., por ejemplo, han advertido que Rusia podría compartir tecnología espacial avanzada con Pyongyang como parte de este intercambio militar.
En abril, el presidente ruso, Vladímir Putin, reconoció por primera vez la participación de soldados norcoreanos en combates en el territorio ruso, concretamente en la región de Kursk, después de una incursión ucraniana. Corea del Norte también confirmó la presencia de tropas en esta zona, aunque, según fuentes ucranianas, estas habrían sido retiradas en enero después de sufrir muchas bajas.
A pesar de la evidencia abrumadora, los dos países siguen negando el suministro de armas de Corea del Norte a Rusia. Sin embargo, el año pasado firmaron un acuerdo de defensa que establece que se darán apoyo mutuo con todos los medios disponibles si uno de los dos es atacado. Putin ha llegado a advertir que armará Pyongyang si Occidente sigue proveyendo armamento a Ucrania.
En este contexto, algunos aliados de Ucrania han decidido recientemente levantar las restricciones sobre el uso de misiles de largo alcance para atacar territorio ruso, como respuesta a los constantes bombardeos aéreos rusos contra Kyiv y otras regiones, y a la frustración creciente con Putin ante la falta de un acuerdo de paz.