El esperado encuentro entre Vladímir Putin y Volodímir Zelenski, en Estambul, ya ha perdido fuerza antes de empezar. El presidente ruso ha renunciado a asistir a la cumbre con el líder ucraniano. Además, en este encuentro tampoco estará el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, aunque los rusos han enviado una delegación con emisarios de segundo nivel en las que podrían ser las primeras conversaciones de paz en 3 años. Este miércoles el Kremlin difundió un comunicado con la lista de representantes rusos que acudirán a la ciudad turca, en la que no aparece Putin. En su lugar irá el asesor presidencial Vladímir Medinski, como ya hizo en las negociaciones de paz del 2022. Así pues, la delegación rusa estará formada por el viceministro de Defensa, Alexander Fomin, y el número dos de Exteriores, el viceministro Mijail Galuzin. La decisión de Putin vuelve a frustrar las esperanzas de la comunidad internacional del encuentro entre los dos dirigentes, y deja en el aire la participación de Ucrania en las conversaciones, que está en manos de Zelenski, quien tenía previsto viajar este mismo jueves para reunirse en la capital turca, Ankara, con el presidente y mediador, Recep Tayyip Erdogan.

Putin ha escogido como negociador hacia su asesor para asuntos culturales, Vladímir Medinski, más conocido por ser un propagandista con un ideario imperialista muy próximo al del jefe del Estado. Medinski fue también el elegido para encabezar la delegación rusa en marzo de 2022, negociaciones que se extendieron hasta mediados de abril. En aquel momento, el asesor de Putin aseguró que, por primera vez en muchos años, Kyiv se había mostrado dispuesto a aceptar las demandas rusas. Sin embargo, la supuesta matanza de civiles a manos de soldados rusos en Bucha, en el norte de Kyiv, precipitó los acontecimientos y el rechazo de Zelenski.

Negociaciones de paz

Horas antes del anuncio de Rusia, el principal asesor de la Presidencia de Ucrania, Mijailo Podoliak, ha advertido que las conversaciones previstas en Estambul no tendrán mucha validez si no participa Putin. “Solo quieren ganar tiempo y posponer las sanciones”, ha asegurado, mientras que ponía en duda que viajara a Turquía porque “no sabe cómo negociar, no sabe cómo hablar en plataformas que no controla por completo”. El pasado 11 de mayo, Putin propuso reanudar las conversaciones de paz directas con Ucrania en Estambul, ciudad donde ya se produjeron las primeras conversaciones en el 2022 y que, según denuncia Moscú, se vieron frustradas por las presiones de la administración de Joe Biden en Ucrania.

Durante los últimos días se había especulado mucho con la presencia de Putin y Zelenski en Estambul, pero el jefe del Kremlin nunca había insinuado que asistiría a la cita para poner fin a la guerra de Ucrania, 3 años después del inicio del conflicto. Sin embargo, a medida que han avanzado los días, se ha visto atrapado en su propuesta de reunirse con Zelenski con el fin de evitar declarar un alto el fuego de 30 días, como le exigía el Kremlin y Europa. Volodímir Zelenski recogió la propuesta de Putin y aseguró que estaba dispuesto a reunirse en cualquier formato con su acérrimo enemigo, mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, también se pronunció a favor de esta posibilidad e incluso se mostró dispuesto a unirse a ellos para conseguir un cese de las hostilidades. Sobre esta cuestión, Zelenski aseguró que eso sería de “gran ayuda”, mientras que el Kremlin afirmó que Trump está muy ocupado con los problemas de Oriente Medio.

Putin, que siempre se ha mostrado contrario a los ultimátums y a las amenazas de la Unión Europea, aprobó justo este miércoles el 17º paquete de sanciones contra el sector bancario y energético ruso, que entrará en vigor en caso de que el Kremlin renuncie a un alto el fuego como primer paso para la paz. Putin y Zelenski no se reúnen desde diciembre de 2019, cuando se vieron en París con mediación de Francia y Alemania. Este encuentro fue un sonoro fracaso en el que quedó de manifiesto la profunda animadversión entre los dos mandatarios y el hecho de que sus posturas sobre el Dombás ya eran entonces irreconciliables.