El referéndum constitucional propuesto por el presidente ruso, Vladímir Putin, ha conseguido el apoyo del 77,2% de los votos, con un 63,5% de los votos escrutados, según el Consejo Electoral. Un 24,9% ha votado en contra. Esta victoria incluye la puesta a cero del contador de mandatos del presidente, cosa que comporta que Putin pueda mantenerse en el poder hasta el 2036.

Este referéndum, que, en realidad, es una consulta ha contado con un 64,9% de participación. Fue propuesta el pasado mes de enero, en una Asamblea Federal por el presidente de la Federación. En esta consulta, conocida legalmente como un "voto de todos los rusos" (общероссийское голосование) y la primera desde 1993, los rusos estaban llamados a votar o no a una serie de cambios en la constitución.

El plebiscito ha sido muy criticado por la falta de transparencia y las excepcionales condiciones sanitarias en las que se celebró debido a la pandemia de coronavirus. El resultado es casi idéntico al de las elecciones presidenciales de 2018, cuando Putin obtuvo el respaldo del 76,69% de los electores.

Sin sucesor a la vista

Con esta victoria, Putin tiene las manos libres para ejercer otros dos mandatos presidenciales de seis años cada uno hasta 2036, lo que le convertiría en uno de los dirigentes que más tiempo permanece en el poder en los más de mil años de historia de Rusia.

Putin, que votó en su lugar habitual, la sede de la Academia de Ciencias en la Avenida Lenin, afirmó recientemente que aún no ha decidido si presentará su candidatura dentro de cuatro años, si bien afirmó que "hay que trabajar y no buscar sucesores". "Después de Putin vendrá Putin", proclamó Viacheslav Volodin, presidente de la Duma o Cámara de Diputados.

50 millones de votos por adelantado

En un caso sin precedentes, más de la mitad de los electores ejercieron su derecho al voto por adelantado, aprovechando que las autoridades abrieron los colegios con una semana de antelación, el 25 de junio, para evitar aglomeraciones y un posible rebrote de COVID-19.

Según la CEC, más de 50 millones de rusos acudieron a las urnas en los primeros seis días y sólo unos cuantos millones en la jornada grande de hoy, miércoles, mecanismo que la oposición consideró un caldo de cultivo para el fraude. El Ministerio del Interior informó hoy de más de 800 denuncias de irregularidades, aunque agregó que ninguna tuvo entidad suficiente como para influir en los resultados electorales.

No es la opinión de la oposición y de organizaciones como Golos, que velan por los derechos de los electores. En su opinión, ni los observadores, ni los miembros independientes de las comisiones electorales pudieron controlar el desarrollo de la votación.

Militares, entre cuyas filas votó casi el 100% de sus miembros, según Defensa; sanitarios y profesores; funcionarios y trabajadores del metro y de la construcción; empleados de fábricas y de empresas con contratos estatales fueron todos obligados a votar, según la oposición y la prensa independiente.

Con todo, pese a las presiones y la propaganda soterrada en favor del "si", la participación se quedó en el 65%.