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Naciones Unidas ha empezado este sábado el proyecto 'Gran desafío de innovación en inteligencia artificial (IA)', un programa que tiene el objetivo de identificar y ejecutar soluciones generadas con la ayuda de esta tecnología para hacer frente a la crisis climática, con el enfoque puesto sobre todo en los países en desarrollo y del sud global, que más sufren los estragos del cambio climático. Esta iniciativa llega de la mano de una alianza del Comité Ejecutivo de Tecnología (TEC) de Naciones Unidas para el Cambio Climático y Enterprise Neurosystem, una comunidad de inteligencia artificial (IA) de código abierto sin ánimo de lucro. El lanzamiento ha formado parte de un acto de la COP28, la conferencia mundial sobre el clima que se está celebrando estos días en Dubái.
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"Estamos viendo cada vez más pruebas que la inteligencia artificial puede resultar un instrumento clave para abordar el cambio climático", ha afirmado el secretario ejecutivo de Cambio Climático de la ONU, Simon Stiell. En este sentido, los impulsores del proyecto destacan algunas de las grandes ventajas que puede traer la aplicación de la IA en la gestión de la crisis climática, cómo permitir predecir patrones climáticos y fenómenos meteorológicos extremos, mejorar el rendimiento de los cultivos, reducir el uso de agua u optimizar los sistemas de energía renovable, entre otras posibilidades de esta tecnología.
La IA, sin embargo, también es altamente contaminante
Aun así, la IA no es perfecta y también tiene una larga sombra, de peligros e incertidumbres. Los impulsores del proyecto son conscientes: entre los problemas y riesgos que destacan está, irónicamente, el impacto ambiental de esta tecnología, ya que los expertos han expresado en reiteradas ocasiones su preocupación por los costes ambientales, la huella de carbono y las emisiones de gases de efecto de invernadero que comporta el uso de la IA. "Si bien somos conscientes de los desafíos y riesgos asociados a la IA, el 'Gran desafío de innovación' es un prometedor paso adelante para aprovechar el poder de la inteligencia artificial y empoderar a los innovadores en los países en desarrollo", concluyen los responsables del proyecto sobre la cuestión.
Barbados como ejemplo: enfermedades tropicales y huracanes
Un ejemplo de país gravemente afectado por la crisis climática y que podría beneficiarse del uso de la IA es Barbados, pequeña isla en el este del Caribe y antigua colonia británica. La ministra de Barbados Shantal Munro-Knight señala que su Gobierno se asocia con "empresas tecnológicas internacionales para probar sus ideas en Barbados y de esta forma contribuir al desarrollo de la isla". "Algunas ideas incluyen el uso del aprendizaje automático y la IA para verificar la presencia de enfermedades tropicales, diseñar edificios resistentes a huracanes y planificar inversiones en infraestructura", destaca a la mandataria en un comunicado. Munro-Knight subraya que la colaboración, la formación y la transferencia de tecnología son clave para garantizar que la IA contribuya eficazmente a la mitigación y adaptación al clima de los estados en desarrollo que sufren gravemente la crisis climática.