En julio de 2023, la activista de extrema derecha Marla-Svenja Liebich fue condenada por un tribunal alemán a un año y seis meses de prisión por incitación al odio, difamación e insulto a través de unas publicaciones en la plataforma X. En el momento del delito, Liebich no se llamaba Marla-Svenja, sino Sven, y era un hombre. Pero gracias a una ley recién aprobada para reforzar los derechos de las personas transgénero, Liebich, a quien los medios locales relacionaban con un grupo neonazi conocido como Blood and Honour —sangre y honor—, pudo cambiar de género en los registros oficiales, así como modificar su nombre, con una simple declaración en un registro civil. Meses antes, Liebich había tildado a las personas transgénero de fascistas y "parásitos de la sociedad". Este viernes, empezará a cumplir su condena de dieciocho meses en una prisión de mujeres, donde, además, ha exigido comidas kosher y supervisión rabínica después de afirmar que ahora es una "judía devota". El caso ha generado el rechazo de una gran parte de la sociedad alemana, que cuestiona las intenciones detrás del cambio de género de Marla-Svenja Liebich, y ha reabierto el debate sobre cómo se debe elaborar la legislación que aborda estas cuestiones.

En las últimas comparecencias ante los tribunales, Liebich ha dejado de lado el pelo corto y oscuro y la barba gris y ha aparecido con un sombrero negro ancho, gafas de sol, pendientes dorados y lápiz labial rojo. Varios medios de comunicación alemanes consideran que su transición responde a intereses espurios. "Es dudoso que el cambio sea serio", escribió Der Spiegel. "Liebich es conocida desde hace años por sus opiniones extremistas de derechas y también ha hecho declaraciones queerfóbicas en el pasado", añadía la revista más importando de Alemania, considerando que el activista llevó a cabo su cambio de género "de manera abusiva para provocar y avergonzar al estado". En respuesta, Liebich ha emprendido acciones legales contra todos los medios que han promovido "representaciones falsas de su identidad de género". La norma que ha permitido su transición fue introducida por el gobierno de centroizquierda del excanciller Olaf Scholz, y tenía como objetivo agilizar el proceso para que las personas trans, intersexuales y no binarias pudieran cambiar sus registros de género sin evaluación psiquiátrica.

El ingreso de Liebich en la prisión de mujeres, pendiente de evaluación

De momento, las autoridades responsables del caso de Liebich han confirmado que la activista de extrema derecha cumplirá su condena en la prisión de mujeres de Chemnitz. La misma Liebich lo confirmó en una publicación en X, plataforma donde ya cuenta con casi 20.000 seguidores y que utiliza como altavoz para sus reivindicaciones, además de para promocionar merchandising con su imagen y solicitar donaciones económicas. "El 29 de agosto de 2025, en las 22:00, llegaré al centro penitenciario de Chemnitz con mis maletas", anunció la activista. Una vez en la prisión, restará en manos de la administración penitenciaria decidir si Liebich puede representar una amenaza para la seguridad y el orden del complejo. En caso afirmativo, se formalizaría su traslado a otro centro. "El reglamento de la prisión, los intereses de seguridad de las otras mujeres encarceladas y los intereses de seguridad de la Sra. Liebich tienen un papel importante", ha declarado un portavoz de la fiscalía.

Ministros y medios tildan el caso de abuso legal

El ingreso de Marla-Svenja Liebich en la prisión de Chemnitz ha generado un alud de reacciones, mayoritariamente negativas. El editor jefe del medio local NIUS, Julian Reichelt, con quien Liebich se enfrentó judicialmente —y perdió— en uno de sus numerosos casos contra la prensa, escribió lo siguiente en X: "Cualquiera que siga los reportajes sobre el neonazi Sven Liebich solo puede llegar a una conclusión: el gobierno de coalición semáforo ha conseguido, por ley, obligar casi todo el panorama mediático alemán a decir mentiras y hacer afirmaciones grotescamente falsas. Sven Liebich no es una mujer". Importantes figuras del gobierno alemán también han expresado públicamente su rechazo a la transición del activista de extrema derecha. El ministro de Interior, Alexander Dobrindt, acusó a Liebich de haber abusado de la ley que permite el cambio de género, y afirmó que es necesario establecer normas claras para evitar esta clase de abusos. "El poder judicial, el público y los políticos se están dejando engañar aquí porque la ley ofrece la oportunidad para eso", aseveró al ministro. En una línea similar, la ministra de Asuntos Familiares, Karin Prien, declaró al tabloide Bild que el caso "demuestra claramente que la ley, en su forma actual, contiene debilidades que podrían fomentar el abuso dirigido".

Organizaciones neonazis, activismo a favor de Putin y campañas anti-LGBTQ

Liebich ha liderado la escena de extrema derecha de la Alemania Oriental desde los años noventa, llegando a dirigir la sección regional de Blood and Honour, organización que fue prohibida el año 2000 por la policía alemana. Posteriormente, organizó numerosas manifestaciones en Halle, su ciudad natal, que fueron catalogadas de "sin precedentes" por la inteligencia del país. En los últimos años, ha hecho campaña a favor del régimen de Putin y la guerra contra Ucrania, y también se ha opuesto notoriamente al movimiento LGBTQ. En el 2022 publicó en X una imagen de la bandera del movimiento en llamas, acompañada de un texto en que criticaba la visibilización del colectivo. Aquel mismo año, Liebich interrumpió el desfile del Día del Orgullo en Halle, tildando a los participantes de "parásitos de la sociedad" y hablando posteriormente de "transfascismo".

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