Corren tiempos convulsos a Escocia y en el partido independentista, el SNP. Después del anuncio de la dimisión de la Ministra Principal y líder de los independentistas, Nicola Sturgeon, se ha abierto un marco de debate sobre el futuro del movimiento. El periodista Allan Little, de la BBC, ha escrito un artículo sobre esta cuestión, que sigue siendo un tema clave a la política del Reino Unido. El periodista británico, que hace 30 años que sigue este tema de bien cerca, se pregunta si la característica unidad del movimiento independentista escocés podría estar en riesgo después de la dimisión de la líder más carismática y voraz que ha tenido el SNP y se cuestiona si surgirá un nuevo líder capaz de crear una mayoría lo bastante fuerte o el movimiento perderá fuerza. Little no cree que tenga que pasar, pero destaca la importancia de las elecciones en Escocia del mes de mayo para valorar el estado del movimiento independentista y su nuevo líder.

¿Por qué la impopularidad del Brexit no ha provocado un aumento decisivo del apoyo a la independencia? ¿Por qué el primer ministro profundamente impopular, Boris Johnson, no cambió los números? ¿Y si Sturgeon, probablemente la líder del estado escocés más dotado que el movimiento independentista haya producido nunca, no ha sido capaz de construir una mayoría sostenida para la independencia, qué posibilidades tendrá su sucesor?

La respuesta, cree, se encuentra en parte en la idea de que el movimiento independentista escocés no es solo una cuestión de nacionalismo, sino que también y en gran parte se fundamenta en la idea de que un estado escocés independiente sería mucho más justo, equitativo y próspero que una escocia atada al Reino Unido. El movimiento que transmite es un fenómeno cultural y también político. La idea de que una Escocia independiente será una sociedad más justa que el Reino Unido es su creencia fundamental. Los derechos LGBTQ también están en el centro del movimiento. Pero el proyecto de ley de reforma del reconocimiento de género de Sturgeon abrió una amarga división en su propio partido y amenaza de dividir la amplia coalición que ha sido clave para el éxito del SNP.

De cara al futuro, pero también augura una cierta división dentro del SNP. El proyecto de ley de independencia escocesa, liderado por Nicola Sturgeon, ha sido denunciado por voces poderosas dentro de su propio partido, así como por la opinión pública escocesa. Esta situación supone un punto de inflexión para el movimiento independentista liderado por Sturgeon y Salmond. Su proyecto de referéndum de independencia parece haber chocado con un callejón sin salida, y el próximo líder tendrá que ofrecer a los partidarios de la independencia una vía alternativa creíble en el estado escocés. Las encuestas sugieren que si el apoyo a la independencia llega al 60% o más y se mantiene durante un periodo sostenido, entonces el gobierno del Reino Unido no podrá negar un segundo referéndum indefinidamente.

Mirando al futuro, Little destaca la importancia de las elecciones en el Parlamento escocés del mes de mayo, que pueden ser decisivas para el futuro de la cuestión independentista. Si el SNP consigue una mayoría absoluta, el gobierno escocés tendrá la ley a favor para convocar otro referéndum. No obstante, la decisión final dependerá del gobierno británico y de los resultados del referéndum, que son inciertos. El periodista también apunta que la cuestión independentista ha provocado tensiones entre Escocia y el gobierno británico, con acusaciones de falta de respeto y de desconocimiento de los intereses escoceses. Little destaca que la cuestión independentista no solo es una cuestión de política, sino también de la identidad escocesa y de la percepción de su sitio en el mundo.

El futuro del SNP se decidirá en unas primarias

Scottish National Party (SNP) busca a un nuevo líder independentista para relevar a la primera ministra más longeva de Escocia. Después de que Nicola Sturgeon anunciara que abandonaría el frente del partido y también del gobierno cuando le buscaran a un sustituto, el proceso para escoger al sustituto ya se ha puesto en marcha. El cierto, sin embargo, es que se marcha la figura política mejor conocida de la formación, y de las mejor valoradas también, sin que haya un claro sucesor de Sturgeon y en un momento en el cual el SNP traviesa debates internos que han causado mucha división, como la ley trans o el plan hacia el segundo referéndum de independencia. ¿Entonces, cómo se escogerá el nuevo jefe de gobierno? ¿Quién tiene más posibilidades de ganar las primarias?

Los militantes del SNP podrán votar a su favorito entre el 13 y el 27 de marzo, día en que se dará a conocer el ganador. El mismo día, el secretariado nacional hará público el candidato ganador. Los candidatos que se han presentado están, en primer lugar, Ash Regan, de 48 años, exconsejera de Seguridad y una de las voces más críticas con Sturgeon dentro del partido. De hecho, dimitió de su cargo a finales de octubre por diferencias con ella sobre la ley trans y el sistema de autodeterminación de género, una ley que el gobierno británico bloqueó como no había hecho nunca en la historia, consiguiendo, a su vez, dividir con éxito a los nacionalistas escoceses en medio del creciente apoyo a la independencia. Por otra parte, también ha confirmado su candidatura Humza Yousaf, de 37 años, secretario de Salud y Asistencia Social, la primera persona musulmana y no blanca que forma parte del gabinete del gobierno escocés. Finalmente, la secretaria de Finanzas del gobierno escocés, Kate Forbes, de 32 años, ha hecho pública su candidatura. El suyo es uno de los nombres que más comentaban los politólogos. En un vídeo compartido en las redes sociales, Forbes ha puesto el acento en su experiencia política, y su voluntad de luchar, por encima de todo, por la autodeterminación del país.