Las tensas y multitudinarias manifestaciones proeuropeas de los últimos días en Georgia han culminado con la ratificación parlamentaria para retirar ley de los agentes extranjeros, vista por la oposición como un instrumento para reprimir la disidencia similar a las vigentes en Rusia. Sin embargo, el reglamento de la cámara legislativa georgiana establece que un proyecto de ley que ha sido aprobado en primera lectura no puede ser retirado y tiene que continuar el curso de tramitación hasta que, llegado el momento, se pueda aprobar o descartar. Pero el borrador ha sido sometido este viernes a una votación en pleno parlamentario, recibiendo treinta y cinco votos en contra y solo uno a favor. Un segundo proyecto de ley, que contemplaba severas sanciones contra los que incumplieran la normativa sobre agentes extranjeros y que no llegó a ser examinado por el Legislativo, ya ha sido revocada por sus promotores.

Retiran la ley de agentes extranjeros del parlamento georgiano

El parlamento nacional, bajo dominio del partido liberal y euroescéptico Sueño Georgiano, ha rechazado formalmente el proyecto de ley sobre agentes extranjeros, después de las multitudinarias protestas que suscitó su aprobación en primera lectura del borrador el martes pasado. Sueño Georgiano y el movimiento Bastante del Pueblo ya habían anunciado el jueves que revocaban el proyecto, a raíz de las protestas y los enfrentamientos a lo largo de la semana entre manifestantes y la policía antidisturbios. Las fuerzas de seguridad utilizaron cañones de agua y gases lacrimógenos para reprimir las protestas, y los incidentes se saldaron con más de 130 detenidos y decenas de heridos. Según el ministerio del Interior, la mayor parte de los detenidos ha quedado en libertad.

¿Qué es la ley de agentes extranjeros georgiana?

¿Qué implicaba exactamente la ley de agentes extranjeros georgiana? Según la oposición política de Georgia, la ley se parecía a las normativas utilizadas generalmente como herramienta para limitar las actividades de organizaciones que se extienden mediante redes transnacionales, a menudo comparadas a las implementadas por el Kremlin en los últimos años. Fue adoptada en Rusia en el 2012, y permite etiquetar de "agente extranjero" a cualquier organización no gubernamental que haya recibido financiación del exterior y esté realizando, desde el punto de vista de las autoridades, actividades políticas. Con esta normativa, se prohíbe en los llamados "agentes extranjeros" ejercer la docencia en escuelas y universidades públicas, realizar actividades educativas con menores o recibir financiación estatal, entre otras cuestiones. Asimismo, tampoco pueden ser funcionarios o miembros de comisiones electorales, ni actuar como organizadores de acontecimientos públicos, además de quedar exentos de invertir en empresas estratégicas en Rusia y hacer donaciones a los fondos electorales de candidatos y partidos políticos.

No obstante, los Estados Unidos fue el primer país a adoptar medidas como estas. En 1938, el gobierno norteamericano buscaba hacer frente a la propaganda del régimen nazi en Alemania. En los años sesenta, la conocida como Ley de Registro de Agentes Extranjeros fue enmendada con el fin de incluir también aquellos lobbies y empresas que promocionaban los intereses de gobiernos extranjeros. En los últimos años, países europeos como Hungría, Bulgaria y Ucrania han limitado de manera similar la financiación extranjera de las ONG.